Dos de los diez menores que fueron atacados por un perro ayer miércoles en las instalaciones de la Institución Educativa María Bernal, en Itagüí, aún se encuentran en observación médica.
Guillermo Restrepo, secretario de Educación de Itagüí, manifestó que el perro entró al colegio porque iba a buscar a su dueño, un estudiante, sin que el vigilante lo advirtiera.
“El perro se encontró con un grupo de niños que comenzaron a gritar. Una niña se lesionó al salir corriendo. En el hospital, con la póliza, los niños fueron atendidos. Ocho de ellos fueron dados de alta poco después”, puntualizó Restrepo.
Catalina Espinoza, madre de uno de los niños mordidos, calificó como error humano el incidente que puso en peligro la vida de su hijo. “Se supone que estaban en horario de clase y no me explico cómo dejaron entrar un perro, lo que demuestra que hay inseguridad”, manifestó.
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Eliana Ospina, madre de otro niño que resultó herido, afirmó que “lo sucedido es descuido del celador porque él no tenía que dejar entrar a ese perro”.
El perro fue entregado por la policía a una perrera municipal donde se le practican exámenes para ver si el canino estaba vacunado y si posiblemente pudo contagiar a los menores con alguna enfermedad.
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