La gigantesca tortuga fue encontrada sin vida por pescadores a orillas de playas del Atlántico, en jurisdicción del municipio de Juan de Acosta.
Al animal le fue hallado un dispositivo GPS y una placa perteneciente, al parecer, a una universidad en Estados Unidos.
Es una de las especies que se encuentra en vía de extinción y es considerada una de las más grandes a nivel mundial.
Por su gran tamaño, fue necesario sepultara en el mismo lugar, tras ser objeto de análisis por parte de autoridades ambientales.
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