Ibargüen y Pajón: los secretos que las tienen como reinas del deporte mundial

Era un mano a mano entre la diosa del salto alto y la del bicicrós.

Caterine Ibargüen y Mariana Pajón revelaron este jueves ante unas 300 personas, en un evento realizado en el Museo de Arte Moderno de Medellín (MAMM) las claves de su éxito.

También dijeron sobre la preparación a los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que comienzan en agosto, y en los cuales ellas son promesa de medalla para Colombia.

 La primera en empezar el round conversatorio fue Mariana, al referirse a la Escuela de campeones, el grupo de entrenadores mentales que la acompaña en su preparación.

“Me ayudan a visualizarme, cómo comportarme en cada situación. Me guían en la vida diaria en el camino hacia los Olímpicos, siempre están ahí”, dijo.

Ese entrenamiento hace que la diosa del bicicrós repita, una y otra vez, que está para dar el cien por ciento en cada carrera, como lo hizo en los Olímpicos de 2012 cuando se colgó la medalla de oro.

“Mi vida es una antes y después de Londres. Tengo más apoyo y seguimiento, muchos más retos”, explicó.

Por su parte, la diosa de ébano, nacida en Urabá, respondió con una lección contundente para todo aquel que quiere ser un ganador.

En la cuarta parada de la Liga de Diamante en Inglaterra el pasado domingo, Ibargüen cayó ante su competidora más fuerte, la kazaka Olga Rypakova.

“Birmingham fue uno competencia que me enseñó mucho. Trabajo muy bien bajo presión, consigo un buen trabajo en adversidades. Fue un salto bueno, lo que falló fue un punto de técnica. Salimos con una satisfacción grande y un análisis enorme que no nos permitirá caer en ese error, pues de los errores se aprende”, manifestó.

Y dio una frase que parece un duro reto para lo que enfrentará en los Olímpicos: “Estas competencias te ayudan a codearte, sabemos con quién nos vamos a enfrentar en Río. No tiene por qué haber sorpresas”, añadió.

Antes de terminar este duelo de consejos, estas diosas del deporte hablaron ante los asistentes al evento de eso que las motiva para ser las mejores.

“Nunca salgo a una pista sin antes hablar con mi mamá o con mi abuela, las personas que son parte de este proceso”, recordó Caterine.

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