En medio de un operativo del Gaula Militar y el CTI, que detuvieron a tres supuestos delincuentes, Andrés Felipe Mesa Porras tuvo una sorpresiva reacción.
“Usted fue el que me trajo acá”, le reprochó a Álvaro Andrés Correa Guzmán, otro de los capturados.
Su reacción quedó grabada en un video que las autoridades realizan para tener pruebas sobre la garantía y el respeto que les dan a los investigados.
“Señor, los dos están siendo capturados por el delito de extorsión. Todo lo que diga puede ser utilizado en su contra. Si no tiene un abogado, el estado le proporciona uno. Señor, ¿entiende sus derechos, entiende por qué delito está siendo capturado?”, le dice una funcionaria del CTI, mientras Andrés Felipe otra vez rompe en llanto.
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“No, no”, solloza el detenido. Álvaro Andrés, mientras tanto, observa impávido la escena, de la que hacen parte otros dos funcionarios judiciales.
“Tiene derecho a una llamada”, termina diciéndole a este último la funcionaria.
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En ese momento, Andrés Felipe se muestra inconsolable. “No, papi, ¿ah?”, solloza.
#EnVideo ¡Inconsolable! Lo capturan por caso de extorsión a una familia colombo española y rompe en llantohttps://t.co/2CB5r75BAN pic.twitter.com/Co6KHPhFXc
— Noticias Caracol Antioquia (@NCAntioquia) September 7, 2017
Según la Fiscalía, los dos, junto a Darío Alexánder Montoya Taborda, fueron sorprendidos “mientras recibían un maletín que simulaba tener el dinero producto de la extorsión a una familia colombo-española”.
Darío Alexánder Montoya Taborda (azul), Álvaro Andrés Correa Guzmán (blanco) y Andrés Felipe Mesa Porras (rojo).
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El clan, asegura la fuente, había comenzado a sufrir de intimidaciones y amenazas desde agosto cuando tres hombres se acercaron a la unidad residencial en la que vivían para buscar información, la cual lograron a raíz de la inocencia de un encargado de la seguridad.
“Tres hombres llegaron hasta la urbanización donde residían las víctimas, se identificaron como familiares y le preguntaron al vigilante si ellos se encontraban, pero este manifestó no poder dar ese tipo de información. Así ocurrió en varias oportunidades hasta que los visitantes le mostraron fotografías de la familia y el portero inocente confirmó algunos datos de los habitantes del inmueble”, manifiesta un informe de la Fiscalía.
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Al lograr datos importantes sobre las víctimas, los extorsionistas continuaron asediando el lugar, dejaron un número telefónico de contacto y luego una carta en la que, según el organismo judicial, aseguraban que el tiempo para pagar la extorsión se había terminado y que tenían información que les permitía ubicar a cada uno de los miembros de la familia.
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Tras la presión, una de las víctimas llamó al teléfono brindado por los delincuentes y estos aprovecharon para exigirle 45 mil euros –unos 157 millones de pesos- “por una supuesta deuda que tenían sus padres en España, de lo contrario atentarían contra la vida de todo el núcleo familiar”.
Luego de colgar con el bandido, la víctima decidió comunicarse con sus familiares en España y estos le negaron que tuvieran deuda alguna. Además, le revelaron que también estaban siendo objeto de la exigencia económica en el país europeo.
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Para intimidar más al grupo familiar –cuya identidad se omite por su seguridad-, los delincuentes llamaron a la abuela para amenazarla y decirle que obligara a su hijo a entregar el dinero y le explicaron cómo hacerlo: “debían hacer varias entregas o con propiedades. Por lo tanto la primera entrega, de 80 millones de pesos, se realizaría este lunes en un local comercial del municipio de Envigado”, revela la Fiscalía.
El lunes fueron capturados allí y aunque al ser llevados ante el Juzgado 32 Penal Municipal de Medellín con funciones de control de garantías negaron los cargos imputados por el delito de tentativa de extorsión agravada, deberán demostrar qué hacían con el maletín que simulaba tener una millonaria suma de dinero.
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Pero tendrán que hacerlo desde la cárcel, a donde fueron enviados.