Jesús Montana se conmovió con la familia Samboní desde el momento en que conoció el atroz crimen de la pequeña Yuliana. Desde ese momento, asegura, contempló la posibilidad de ayudar de alguna manera.
Consultó con sus pequeñas hijas y su esposa, quienes no dudaron en permitirle a su padre la donación del terreno de un cuarto de hectárea a la familia Samboní para la edificación de su hogar.
El propósito se hizo realidad y Jubencio, padre de Yuliana, recibió de parte de Jesús Montana la tierra, ubicada en la vereda La Rejoya, en Popayán.
Entre tanto, la policía comunitaria se comprometió con la construcción de la casa.
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