
Lina Fernanda Guerrero Blanco, una joven de apenas 19 años, fue víctima de un ataque que conmocionó a la comunidad de Atalaya, en Cúcuta, la noche del pasado martes 10 de junio. El crimen ocurrió mientras ella se encontraba trabajando y, al mismo tiempo, veía el partido de fútbol entre Colombia y Argentina junto a otros clientes del negocio.
El hecho, que ha generado consternación en la ciudad, se presentó en la calle 9 con avenida 9 del barrio Niña Ceci, donde la joven llevaba menos de dos meses laborando en un establecimiento de comidas rápidas. Minutos después de las siete de la noche, justo cuando se transmitía el encuentro deportivo, Lina fue abordada por dos personas a bordo de una motocicleta Suzuki GN de color rojo: un hombre al volante y una mujer como parrillera.
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Mientras Lina limpiaba una de las mesas del local, los sicarios ingresaron al lugar. Según testigos citados por medios locales, el hombre pidió unas arepas rellenas. En ese momento, los empleados se dirigieron a la barra para tramitar el pedido y, en un giro repentino, el sujeto sacó un arma de fuego y disparó sin piedad contra Lina. Algunos presentes aseguran que ambas personas señaladas intercambiaron unas palabras con ella antes de los impactos, sin embargo esta versión aún no ha sido confirmada oficialmente por las autoridades.
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De acuerdo con El Tiempo, se conoció que "una mujer habría hablado con ella", lo cual añade un elemento al caso: la posible complicidad de la mencionada que acompañaba al asesino. Según el reporte de la Policía de Cúcuta, el saldo del ataque fue ocho impactos de bala: dos en la espalda, dos en el abdomen, dos en el brazo derecho y otros dos en el costado derecho del tórax
La víctima, conforme conoció el diario local La Opinión, fue trasladada de inmediato al Hospital Policlínico de Atalaya por un vecino y un trabajador del local, no obstante, falleció pocos minutos después por la gravedad de las heridas. La Brigada Interinstitucional de Homicidios (Brinho), en conjunto con el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) de la Fiscalía, acudió al sitio para realizar las primeras labores de investigación.

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Las cámaras de seguridad del sector están siendo revisadas, y se han recopilado testimonios clave entre los familiares y personas que presenciaron el hecho. Sin embargo, hasta el momento no se han producido capturas y no se ha identificado oficialmente a los autores materiales del crimen.
Una de las principales hipótesis que manejan las autoridades es que el crimen podría estar relacionado con la vida personal de Lina Fernanda. Según allegados a la víctima consultados por el medio citado, la joven había terminado una relación sentimental hacía aproximadamente cuatro meses, y desde entonces su expareja habría intentado en múltiples ocasiones retomar la relación. Al recibir respuestas negativas, presuntamente comenzó a amenazarla.
“De acuerdo a fuentes cercanas a la víctima, Fernanda había terminado una relación sentimental hace cuatro meses, desde entonces su expareja le habría insistido en repetidas ocasiones para retomar el noviazgo, ante las respuestas negativas esta persona la habría amenazado”, informó La Opinión.
La muerte de Lina ha provocado un profundo rechazo social en Cúcuta, donde la ciudadanía clama por mayor seguridad y respuestas ante la creciente violencia. En tan solo una semana, se han reportado cuatro asesinatos de mujeres y por lo menos dos más han resultado heridas en ataques armados. Esta alarmante cifra ha encendido las alertas de colectivos sociales y organizaciones de defensa de los derechos de las mujeres.
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La Secretaría de Equidad de Género de la Alcaldía de Cúcuta emitió un pronunciamiento condenando el crimen y otros casos recientes, recordando las rutas de atención para víctimas de violencia y haciendo un llamado urgente a denunciar cualquier indicio de amenaza o maltrato.
Lina Fernanda era una joven que apenas comenzaba su vida adulta. Había estado sin empleo durante un tiempo y recientemente había encontrado trabajo en el local donde fue asesinada. Los investigadores, por lo pronto, continúan reuniendo pruebas y testimonios, la familia de Lina espera que su caso no quede impune.
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