Pese a las primeras deportaciones, los extranjeros siguen llegando en masa a Capurganá y Sapzurro, zona limítrofe con Panamá.
En Turbo (Antioquia), decenas de migrantes que viven fuera del albergue temen que las autoridades realicen más operativos para deportarlos. (Vea también: A Medellín y Bogotá llevan a los primeros cubanos que serán deportados).
Los cubanos insisten en que se les dé un trato especial y se les ayude a llegar a Estados Unidos.
En el patio de una de las muchas casas que sirven como albergue improvisado para los migrantes que aún están en el municipio, María Claridad Beltrán Gonzales, de 58 años, relata en medio de lágrimas por qué está metida en esta aventura, como ella misma llama a su viaje por Colombia para tratar de llegar a norteamérica.
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"Estoy aquí por apoyar a mi hija en un sueño de reunirse con su padre y mi nieto, que es su hijo. Salí (de Cuba) el 3 de mayo del 15”, dice.
Relata que su esposo Alí desconoce la realidad de lo que sucede y que ella y su hija llegaron a Turbo motivadas por otros cubanos que, estando en Ecuador, les dijeron que esperaban un puente aéreo establecido por las autoridades para poder llegar a Estados Unidos.
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“En el camino de Cali a Medellín, en bus, en el bus que veníamos, nos pararon en retenes, nos quitaron el dinero. No todo, pero sí 300 dólares”, explica.
El temor a ser deportados siempre está cerca de María Claridad y otros cubanos. Mientras hacíamos este trabajo periodístico, llegaron las autoridades de migración al sector donde ella se alberga, lo que generó temor entre los foráneos.
María Claridad y otras cubanas, lo dejaron todo en la isla, a donde no desean ser deportadas.