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El municipio de La Macarena, en el departamento del Meta, ha pasado de ser escenario del conflicto armado a convertirse en uno de los destinos naturales más codiciados del país. Con el icónico Caño Cristales como su joya de la corona, este municipio en el corazón del Meta impulsa su economía a través del turismo sostenible y seguro.
Ubicado a unos 225 kilómetros de Villavicencio, La Macarena es un cruce geográfico único donde convergen la majestuosidad de los Andes, las sabanas de la Orinoquía y la selva del Amazonas. Los visitantes, que pueden llegar desde Bogotá, Medellín, Cali y Villavicencio, son recibidos al ritmo del joropo y la hospitalidad llanera.
Sin embargo, este entorno paradisíaco también carga con la memoria de la guerra, pues era un territorio dominado por las Farc. De hecho, allí se llevó a cabo la Operación Sodoma, en septiembre de 2010, que le dio de baja al alias Jorge Briceño Suárez o 'Mono Jojoy', uno de los cabecillas de esa guerrilla. "La fuerza de tarea Omega llegó a esta región... en este momento, todos los fenómenos son cambiantes, pero de todos modos hemos podido garantizar la tranquilidad de todas esas personas que vienen aquí a La Macarena", aseguró el Brigadier General Carlos Ernesto Marmolejo, Comandante de la Fuerza de Tarea Omega.
Quince años después, sus habitantes han tomado la firme decisión de reescribir su historia, enfocándose en la paz y la excelencia turística. "A partir del año 2016, con el proceso de paz, hemos tenido diferentes capacitaciones y apoyos nacionales e internacionales para poder crecer en el tema turístico", dijo Alejandra Medaglia, representante de agencias locales.
El impacto de este cambio es evidente en la economía local. Más de 600 familias macarenenses dependen directamente del turismo, convirtiéndolo en su principal motor de activación económica. El alcalde de La Macarena, César Augusto Sánchez, señaló: "El turismo se ha convertido en uno de los ejes principales de activación económica... A nosotros nos enorgullece porque, además de eso, el año pasado logramos tener más de 9 mil turistas".
El atractivo principal es, sin duda, Caño Cristales, mundialmente conocido como "el río más bonito del mundo". Se le llama también la joya de la corona del Meta por el espectáculo de color que ofrece. La tonalidad vibrante de sus aguas no es magia, sino ciencia pura.
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"Aquí tenemos esta planta de nombre Macarenia clavigera, que es un endemismo del Escudo Guyanés. Es una formación sedimentaria con una diversidad de minerales que es lo que proporciona esa tonalidad a este atractivo Caño Cristales, y a otros atractivos similares", indicó Walter Ramos, guía profesional de la zona.
Alrededor del río, los guías como Mario Fidel Alfonso, que crecieron explorando cada charco y cascada, comparten su conocimiento y amor por el territorio: "Me críe en esta zona... tuve la oportunidad de meterme a todos los charcos de Caño Cristales. Conozco súper bien toda esta zona, todo este territorio, y amo lo que hago.
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La temporada de visita a Caño Cristales normalmente va de mayo a noviembre. Sin embargo, con el objetivo de impulsar la meta de 10 mil visitantes anuales y seguir fortaleciendo la economía local, este año se habilitará la visita también en diciembre. Teniendo en cuenta también el impacto que ha tenido el cierre de la vía al Llano en el departamento.
"El departamento del Meta es uno de los departamentos más biodiversos a nivel nacional, y nos permite tener contacto con la naturaleza... ese acercamiento con la naturaleza es lo que estamos promoviendo", aseguró Luis Carlos Londoño, director del Instituto de Turismo en el Meta. "El departamento es el cuarto más grande del país, tiene seis parques naturales, tiene muchísimo: el Manacacías, los termales en Barranco de Upía, el cañón del Güejar, las piscinas del Güejar, el lago del amor en Puerto Rico, hay mucho por hacer", agregó la gobernadora Rafaela Cortés.
LAURA VALENTINA MERCADO
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