Según el fiscal a cargo del caso, las dos personas son estudiantes universitarios y no existen pruebas que los relacionen con el grupo subversivo.
La abogada de Paola Piedrahita, funcionaria de la Secretaría de Salud, presuntamente implicada en los hechos, anunció que existen pruebas suficientes que anulan algún tipo de nexo y que su acusación correspondería a un falso positivo.
Los capturados deberán responder por los delitos de rebelión, terrorismo, entre otros. El proceso podría durar 24 horas más de lo planeado.