Jóvenes de Pailitas también deben soportar temperaturas superiores a los 32 grados. Habitantes dicen que lo raro es que Electricaribe preste buen servicio.
En pleno siglo XXI, los alumnos del colegio Rosa Jaimes Barrera deben cargar una vela entre sus útiles escolares por los constantes apagones que se registran durante la jornada escolar.
Como si fuera poco, la visibilidad no es el único problema. Mientras asisten a clases, los jóvenes deben soportar las altas temperaturas de la población, que superan los 32 grados centígrados y que se ven aumentadas por el fuego de las velas.
"Lastimosamente el servicio de Electricaribe es muy triste, siempre hay apagones, se va la luz y nos dificulta las clases", comentó Bairon Rafael Méndez, uno de los estudiantes afectados.
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El resto de la comunidad de Pailitas no es ajena a esta problemática, el drama se vive en viviendas, negocios y hasta en la iglesia del pueblo.
"Normalmente se va tres o cuatro veces en el día. Estamos tan acostumbrados que es más raro que haya luz", dijo Iván Andrés Acosta, veedor ciudadano.
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Las autoridades aseguran que han tomado cartas en el asunto, pero lastimosamente la empresa no ha cumplido.
"En los más mínimos requerimientos que hemos hecho nosotros como municipio, esta empresa nunca ha venido a resolver los problemas que nos aquejan como municipio", señaló Ramón Elías Montejo, secretario de Gobierno de Pailitas.
En el municipio no hay oficina de quejas y reclamos de Electricaribe.
En contexto:En pleno siglo XXI, jóvenes en Colombia estudian alumbrando el salón con velas
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