Luis Sepúlveda, el ingeniero que transforma los residuos orgánicos de sus vecinos en abono

Luis Aníbal Sepúlveda es uno de los finalistas de la categoría Sostenibilidad Ambiental y Economía Circular de Titanes Caracol 2020.Este ingeniero sanitario lleva más de 20 años transformando los residuos orgánicos para disminuir el impacto medioambiental.La materia prima proviene principalmente de las cocinas de más de 100 habitantes del barrio Santa Lucía, en Medellín, que aprovecha y convierte en abono.“Transformé la casa en un laboratorio urbano de residuos. Llevamos cuatro años recibiendo, ininterrumpidamente, residuos orgánicos para demostrarles a la ciudad, el país y el mundo que es posible, en contextos urbanos, tener puntos de entrega voluntaria y sistemas de compostaje que no mortifican a nadie”, explica este emprendedor.Aunque al principio para su familia no fue fácil ver cómo todos los días circulaban desconocidos por toda la casa con sus residuos en mano, hoy son el mayor apoyo de Luis en la construcción de su sueño.“Toda la gente venía y botaba y vi el letrero y como vivo a la vuelta me di cuenta y me pareció maravilloso”, destaca María Sepúlveda.“Traemos lo que nos sobra de la cocina, como las cáscaras y el ripio del café”, explica Sofía Mora, vecina de Luis.“Es un intercambio que hay: los residuos orgánicos por el abono”, comenta Olga Lucía Carmona, beneficiaria.“Nuestra propuesta es que con cultura ciudadana de separación de la fuente evitemos que siete millones de toneladas de residuos orgánicos, por año, vayan a los rellenos sanitarios y mejor vayan a los sistemas de compostaje para producir compost y abono orgánico útil para la agricultura y nuestros campesinos”, detalla Luis Aníbal.Al principio, los residuos venían de integrantes de su familia y vecinos cercanos, pero con el tiempo se corrió la voz y ahora llegan personas de diferentes partes de Medellín en bicicleta, en carro y hasta a pie.“La iniciativa la autofinanciamos con el mayor cariño y la mayor dedicación. Empezamos haciendo sistemas de madera plástica y hoy tenemos 16 modelos de soluciones sin olores, sin lixiviados, sin moscos”, resalta este titán.Con su idea, Luis Aníbal Sepúlveda ha logrado sistemas de compostaje en casas y urbanizaciones para que hagan su propio abono y así bajar tarifas de aseo. También, está en la industria alimenticia, restaurantes y bancos de alimentos. Así como empresas públicas y privadas.

Luis Sepúlveda, el ingeniero que transforma los residuos orgánicos de sus vecinos en abono

Convirtió su casa en un laboratorio urbano y desarrolló un novedoso sistema de compostaje que evita malos olores. Su idea cambió la vida de unas 100 personas en Medellín.

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