La madre de la menor había sido raptada por una red de prostitución en 2009 y enviada a Asia. Allí fue víctima de abuso sexual y quedó en embarazo.
Tras dar a luz a la niña en 2013, la dejó a cargo de una compatriota, quien escapó hacia Colombia. Al llegar, registró a la menor como hija suya.
Dos años después, la madre logró regresar al país e interpuso la denuncia. Con ayuda de las autoridades, logró reencontrarse con la niña.