Yesid Geliz debe pedir permiso constantemente en el colegio de San Benito Abad, Sucre, para atender la insuficiencia renal crónica de su progenitora.
Deisy Marulanda, afiliada a Saludvida , lamenta estar arrebatándole la niñez a su pequeño para que vele por su salud.
Como si fuera un profesional, el estudiante de quinto de primaria se prepara para el tratamiento diario de su mamá.
“Primero que todo nos lavamos las manos, desinfectamos la mesa, las pinzas, el tapón, la bolsa; después conectamos el catéter a los tubos de la bolsa y esperamos a que drene abajo, partimos arriba y esperamos a que baje la bolsa”, explica Yesid antes de iniciar el procedimiento.
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“Que me pongan una enfermera, porque mi hijo es menor de edad y él no está para eso”, reclama entretanto su mamá, que hace un año fue diagnosticada con el problema renal.
La mujer de 28 años no solo no ha recibido respuesta de la EPS Saludvida, sino que, además, debe recurrir al apoyo económico de los vecinos para poder asistir a las citas médicas en Sincelejo.
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