Un niño de 2 años perteneciente a la etnia wayú murió en un centro asistencial de Maicao, La Guajira, donde era atendido tras ingerir una bebida con la que la madre pretendía aliviarle un dolor en el estómago.
“Le di sal de Epson, sal de Glober y jugo de naranja. Yo me purgaba con eso, pero a ellos nunca se lo había dado. Decidí hacerlo porque como los veía mal, que siempre me decían que les dolía la barriga”, declaró Karina Pérez, madre del pequeño fallecido.
La madre wayuu dijo que creyó, por un momento, que la medicina tradicional aliviaría el dolor del niño. Sin embargo, además del bebé fallecido sus otros cuatro hijos resultaron intoxicados.
“Recibimos a cinco niños, uno de ellos llegó sin signos vitales, un menor de dos años que llegó con familiares que manifestaron que le dieron una mezcla de sales y podía ser esto la causante de muerte del niño. Es importante aclarar que este niño no estaba en estado de desnutrición”, informó la subgerente del hospital de Maicao, doctora Claudia Enríquez.
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Para el secretario de Salud de La Guajira, César Ballesteros, los usos de salud tradicionales de los indígenas ejercida como forma de automedicación se ha convertido en un verdadero dolor de cabeza.
“Es una práctica frecuente donde recurren a remedios caseros para temas de diarrea y vómito que llevan a estos desenlaces fatales”, declaró César Ballesteros.
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