Con esto, no solo ha logrado mejorar la producción agrícola de la región, sino también derrotar la violencia que por décadas les dejó el narcotráfico.
Campesinos de Lerma, en el sur del Cauca, con el apoyo del Sena, trabajan en la transformación de la hoja de coca en abonos orgánicos sólidos y líquidos.
Lo que cosecha Jorge Males, campesino del corregimiento de Lerma, cauca, no tiene ningún propósito ilícito. “Para nosotros, no es la mata que mata, sino la mata que nos da vida”, aseguró.
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Para dejar atrás la cultura de la coca, empezaron a elaborar a partir de la hoja de esta planta y otros elementos orgánicos, abonos para la producción agrícola en la región.
Por su parte, Herney Ruiz, agricultor, se refirió a los cambios que ha traído el cultivo lícito de esta planta. “Nos ha permitido generar una nueva cultura con la coca orgánica y nos ha permitido resistir en el territorio”.
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La bondad de este producto es muy evidente, según lo afirma la investigadora del Sena Socorro Anaya, quien apoya este proyecto.
“Ha permitido que las plantas como la cebolla se puedan desarrollar en temperaturas tan altas como las que tenemos aquí”.
El desarrollo de esta actividad también les ha permitido a los agricultores recuperar el subsuelo que años atrás destruyeron con los químicos.
“Se logra a través de los abonos líquidos y sólidos de hoja de coca y de cultivo diversificado generar microclimas”, puntualizó Herney Ruiz.
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Las pruebas de eficacia del cocalofa, como se ha bautizado este abono, también se hacen en cultivos como legumbres, hortalizas y flores, de otros pisos térmicos del Cauca.
José Hugo Capote, cultivador de flores, hizo referencia al beneficio que este abono trae a la floricultura: “Ha actuado en la parte nutritiva dándole un muy buen desarrollo a las plantas”.
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De esta manera campesinos y academia buscan derrotar la violencia que genera el mal uso de la hoja de coca.