Compatriotas: Hoy es un día histórico para nuestro país. Después de más de cincuenta años de enfrentamientos, muertes, atentados y dolor, hemos puesto un punto final al conflicto armado con las FARC”, manifestó el Mandatario y añadió que “lograr este acuerdo nos llena de fe y esperanza”.
Recordó que desde comienzos de los años 80, en tiempos del entonces Presidente Belisario Betancur, todos los gobiernos impulsaron valientes iniciativas para cumplir el anhelo de paz de los colombianos.
“Han sido más de treinta años de intentos para poner un punto final al conflicto con las FARC. Y hoy hemos dado el paso más definitivo en esa dirección”, manifestó.
El Jefe de Estado explicó que “no solamente se acordó el fin de las confrontaciones –con un cese de fuego y hostilidades bilateral y definitivo–, sino que también se definió un cronograma preciso para que las FARC dejen las armas para siempre. Esto significa –ni más ni menos– el fin de las FARC como grupo armado”, subrayó.
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Se refirió al miedo y la incertidumbre con los que han tenido que vivir los colombianos de todos los rincones del país y de todos los sectores.
“Colombia se acostumbró a vivir en conflicto, y ya no tenemos recuerdos –ni siquiera referencias– de lo que es vivir en paz”, reconoció el Presidente.
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“Lo cierto es que nos acostumbramos al horror de la guerra. Se volvió parte de la vida cotidiana”, continuó y dijo que “hoy –por fortuna–, con lo que se acaba de firmar, damos vuelta a esta trágica y larga página de nuestra historia”.
“Hoy se abre un nuevo capítulo, un capítulo que nos devuelve la esperanza, que nos permite empezar a cicatrizar las heridas, y que les da a nuestros hijos la posibilidad de NO repetir la historia que tanto daño le ha causado al país”, declaró el Presidente Santos.
Destacó que ya en los últimos meses el cese al fuego unilateral había permitido imaginar cómo sería ese país en paz.
Hizo énfasis en que el acuerdo de hoy garantiza que esa paz temporal será definitiva, sólida.
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“Este acuerdo sobre el punto del fin del conflicto les debe dar tranquilidad a todos los colombianos”, aseguró el mandatario, ya que “el fin de las hostilidades queda asegurado, y el camino para que los miembros de las FARC dejen las armas queda claramente definido”.
Al llegar al acuerdo, el presidente de la República llamó la atención sobre lo conseguido y convenido.
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“Primero: el fin del conflicto con las FARC. NO habrá más colombianos víctimas de esta guerra entre hijos de una misma nación”, dijo.
Admitió que subsisten otros fenómenos de violencia y delincuencia, como el ELN y las bandas criminales asociadas al narcotráfico.
“Pero algo que todos debemos comprender es que este acuerdo logrado con las FARC significa terminar la guerra con la organización guerrillera más grande y más antigua, y tiene una importancia inmensa para el presente y futuro de Colombia”, añadió.
En segundo lugar, citó el hecho de habrá justicia para las víctimas de todos estos años de violencia.
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“No habrá impunidad. Los máximos responsables de crímenes atroces serán juzgados y sancionados”, indicó el gobernante colombiano.
Y como tercer punto manifestó que “los campos de Colombia tendrán un futuro con más oportunidades, donde el desarrollo, los servicios del Estado y la tranquilidad sean la regla y no la excepción”.
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En cuarto lugar los colombianos tendrán “una democracia fortalecida, donde todos quepamos; donde todos podamos opinar, disentir, construir...”
Y el quinto logro es “una paz estable y duradera, que nos dé la tranquilidad a todos de que los días oscuros de la guerra con las FARC no volverán jamás, nunca más”, precisó.
“Esta es la realidad de lo que se está acordando aquí en La Habana. Ese es el futuro que está a nuestro alcance: el de un país donde podamos crecer, progresar y envejecer en paz todos los colombianos”, puntualizó el Presidente Santos.
“Esta es la paz de los colombianos –de TODOS, sin excepción– la paz que soñamos y esperamos por tantos años. ¡Y ya no es un sueño! La sentimos en nuestras manos, al tiempo que vemos alejarse –para siempre– la pesadilla de la guerra. La paz se hizo posible… ¡Por fin posible! ¡Ahora vamos a construirla!”, concluyó.
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