
La madrugada del 22 de marzo de 2025, los habitantes del barrio Krispas, en Villavicencio, quedaron consternados tras escuchar gritos y enterarse de la trágica noticia de que una pareja había sido asesinada mientras dormía. Su propio hijo, Juan David Perdomo Wehdeking, de 24 años, había sido el determinador del crimen.
A las cinco de la mañana, los vecinos alertaron a las autoridades porque oyeron gritos de auxilio y fuertes golpes provenientes del apartamento donde residía la familia. Al llegar, la Policía encontró sin vida a José Luis Perdomo y Sonia Wehdeking, ambos con heridas graves causadas por un arma cortopunzante.
Nuevos detalles sobre el parricidio
El día de los hechos, la familia de la pareja quedó atónita al enterarse por parte de las autoridades de que el responsable del doble homicidio era Juan David, hijo de las víctimas. Una de las primeras en llegar a la escena del crimen fue Carol Mujica Perdomo, prima del señalado y sobrina de los fallecidos, quien en entrevista con el pódcast Conducta Delictiva dijo que una vecina vio salir al señalado de la casa “con la ropa y los zapatos manchados de sangre" y que, según la mujer, él se dio cuenta que yo lo estaban mirando.
La joven aseguró que, tras enterarse de la noticia a través de redes sociales y una llamada telefónica, viajó hasta Villavicencio, donde encontró sin vida los cuerpos de sus familiares. Tras el crimen, Juan David huyó hacia Bogotá, pero gracias al seguimiento de cámaras de seguridad, la Policía Metropolitana logró ubicarlo en el barrio El Tunal.
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¿Un libro tuvo que ver en el crimen?
Cuando Carol fue a buscar documentos de su tío en la casa donde ocurrió el parricidio, encontró en la maleta de su primo un libro que despertó sospechas y todo tipo de teorías. “El libro se llama El Psicoanalista. Cuando pregunté de qué trataba, me dijeron que es una historia en la que amenazan a una persona y le ponen unos retos para no morirse. Para no matarlo a él, debe matar la familia”, relató.
"Yo no puedo decir 'sí, tiene conexión una cosa con al otra'...Pero hay una casualidad que para nosotros como familia es muy dolorosa, porque en la portada del libro dice: ‘Feliz cumpleaños, bienvenido al primer día de tu muerte’... Y mi tío el día que lo enterramos estaba cumpliendo años”, reveló Carol.
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Un mes después del crimen, Carol aseguró que Juan David la llamó y le dijo: “Perdóneme, prima, perdóneme por lo que hice”. Según dice la joven, no sintió rabia, sino una profunda tristeza por lo que había ocurrido y por lo que vendría a partir de ese momento. Al preguntarle por qué lo hizo, él respondió: “No sé por qué lo hice, fueron muchas cosas, no le puedo decir... luego le digo”. Durante esa llamada, narró, Juan David también le comentó que no lo había hecho por problemas psicológicos.
¿Cómo fue el crimen?
Según las autoridades, Juan David habría atacado primero a su padre, quien dormía en una silla mecedora, propinándole una puñalada en el cuello. Luego, se dirigió al pasillo del apartamento, donde agredió a su madre hasta causarle la muerte.
El juez encargado del caso describió la brutalidad del crimen y enfatizó la “sevicia” con la que fue ejecutado. Durante la audiencia, se reveló que el arma cortopunzante “resultó partida de tantas y sistemáticas linchaciones en los cuerpos de sus padres”.

Además, se mencionó que Juan David, estudiante de Ingeniería Mecatrónica, había sido “demasiado sobreprotegido” por sus padres. Carol, prima del victimario, afirmó al mismo medio que la noticia fue devastadora para la familia: “Fue terrible, porque él nunca nos dio un indicio de que eso hubiera podido pasar. Era un niño sobreprotegido”.
Según la familia, Juan David era un joven que vivía en un entorno tranquilo, sin antecedentes de violencia o maltrato. Por el contrario, era descrito como una persona callada, serena, muy estudiosa y siempre cercana a sus padres, con quienes compartía la mayor parte del tiempo.
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Tras su captura, Juan David Perdomo aceptó los cargos por el doble homicidio de sus padres y podría pagar una condena de hasta 50 años de prisión. Sin embargo, a medida que el caso avanza, persisten las dudas sobre qué lo llevó a cometer un acto tan extremo. No obstante, los testimonios y las pruebas recopiladas hasta ahora apuntan a una planificación consciente y despiadada.