El primer día llegó con una mujer, quien hizo distracción mientras abrían la estantería. Al siguiente, lo acompañó otro sujeto que ayudó en el hurto.
Propietario del local ubicado en Soacha San Mateo, al sur de Bogotá, dice que se llevó memorias para celular y hasta relojes.
El hurto supera un millón de pesos en pérdidas.