
Colombia vivió una de sus jornadas más violentas de los últimos años. Dos ataques casi simultáneos, uno en Amalfi (Antioquia) y otro en Cali, dejaron un saldo preliminar de 18 personas muertas y decenas de heridos. Los hechos, atribuidos a las disidencias de las Farc, generaron rechazo inmediato por parte de organismos internacionales, así como un pronunciamiento de emergencia del presidente Gustavo Petro.
El ataque en Cali: un camión bomba frente a la base aérea
Hacia las 2:57 de la tarde del jueves, un vehículo cargado con explosivos fue detonado cerca de la Escuela de Aviación Marco Fidel Suárez, en el norte de Cali. La explosión, atribuida al grupo bajo el mando de alias Iván Mordisco, dejó al menos seis civiles muertos y 64 heridos, según los reportes preliminares. Este atentado es considerado el más grave contra una ciudad capital desde 2019, cuando el ELN atacó la Escuela General Santander en Bogotá.
La magnitud del ataque generó pánico en la zona, donde había alta afluencia de personas y vehículos. Testigos relataron escenas de caos mientras los organismos de emergencia evacuaban heridos y controlaban las llamas que se propagaron en los alrededores.
Amalfi: un helicóptero derribado con dron explosivo
Horas antes del atentado en Cali, en zona rural de Amalfi (Antioquia), las disidencias lideradas por alias Calarcá atacaron con un dron cargado de explosivos a un helicóptero de la Policía Antinarcóticos. La aeronave fue derribada, dejando un saldo de 12 uniformados muertos.
Este hecho se constituye en el golpe más letal contra la Fuerza Pública durante la administración de Petro.
Reacciones de la comunidad internacional
La Oficina de ONU Derechos Humanos en Colombia condenó lo ocurrido en Cali, calificándolo como un ataque “indiscriminado” y urgió a los grupos armados a respetar el Derecho Internacional Humanitario. “Nos solidarizamos con las familias de las víctimas y con la ciudadanía en Cali”, señaló el organismo a través de su cuenta oficial en X.
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La Misión de Verificación de la ONU también se pronunció, extendiendo su rechazo tanto al ataque en Cali como al de Amalfi. “Es imperativo frenar la violencia, proteger a la población y propiciar la actuación de la justicia”, indicó en un comunicado.
El presidente Gustavo Petro, quien se encontraba en Valledupar al momento de los ataques, se trasladó a Cali para encabezar un consejo de seguridad extraordinario.
En su declaración, anunció que el Clan del Golfo, las disidencias de Iván Mordisco y la Segunda Marquetalia serán oficialmente designados como “grupos terroristas”. “Ha sido un día de muerte que no puede repetirse. Estos hechos confirman que debemos actuar con toda la contundencia del Estado”, afirmó.
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LAURA CAMILA RAMOS CONDE
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