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Un crudo testimonio revela la posible dimensión de los crímenes de Joiner Alquiber Cabrera Motta, el hombre acusado de asesinar y degollar a tres mototaxistas en San Vicente del Caguán, Caquetá. El sujeto, que fue liberado por un "aparente error" institucional e intentó matar a otro hombre, confirmó tener 23 cruces tatuadas en su cuerpo que, al parecer, equivalente a cada persona que ha asesinado.
La tranquilidad se rompió en San Vicente del Caguán, Caquetá, en mayo de 2025, cuando tres hombres que compartían un oficio, el mototaxismo, desaparecieron en un lapso de solo cuatro días. Las familias, sumidas en la incertidumbre y la desesperación, se enfrentaron a un escenario que jamás imaginaron.
Las investigaciones de las autoridades y la Fiscalía apuntaron rápidamente a un presunto responsable, Joiner Alquiber Cabrera Motta, un hombre de 24 años capturado inicialmente por tener el teléfono de una de las víctimas. Sin embargo, la historia de los crímenes de Joiner, quien fue acusado de secuestro agravado, homicidio agravado y hurto calificado y agravado, se tornaría aún más macabra tras su captura, con la revelación de un patrón de tatuajes y una aparente falla institucional que permitió que un cuarto hombre fuera brutalmente atacado después de que el señalado homicida recuperara su libertad.
Durante una entrevista concedida a Séptimo Día, Joiner Alquiber Cabrera Motta relató con frialdad cómo abordó y asesinó a los tres mototaxistas. Pero el detalle más impactante y que apunta a la posible existencia de un asesino en serie se reveló al final del diálogo.
Al ser cuestionado por los tatuajes que llevaba en la mano, un detalle que había resonado en la investigación y que - señalan - se trataría de cada una de las personas que ha asesinado, la respuesta de Joiner Alquiver Cabrera fue concisa y aterradora: tengo 23 tatuajes.
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Al ser confrontado con la posibilidad de que "cada cruz equivale a una persona asesinada", el sujeto asintió, pero se reservó los detalles de esas otras víctimas y el periodo en que ocurrieron los crímenes. Respondió: “no, así no más, no señor".
Esta información, sumada a los tres homicidios confirmados y un intento de asesinato en Caquetá, sugiere que el alcance de la violencia atribuida a Joiner podría ser mucho mayor, lo que lo pondría en el radar de los asesinos con patrones macabros y una alta cantidad de víctimas. Actualmente, permanece en un centro de detención, en curso del proceso penal en su contra.
La ola de desapariciones en San Vicente del Caguán comenzó con Jaime Fierro Clavijo, de 58 años, quien salió a trabajar el 7 de mayo de 2025 y no regresó. Dos días después, el 9 de mayo, se perdió el rastro de Juan Antonio Arenas Vallejo, de 72 años.
Finalmente, el 11 de mayo, se reportó la desaparición de John Freddy Morales, de 43 años. Los investigadores establecieron que los tres hombres fueron abordados en el casco urbano mientras realizaban su labor de mototaxismo y, posteriormente, Joiner Alquiber Cabrera Motta confesó haberlos ubicado "al azar".
El procedimiento que, según el investigador, Joiner relató a la Fiscalía, comenzaba con la solicitud de una carrera para ser llevado hasta el inmueble donde residía de manera transitoria.
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A la primera víctima, Jaime Fierro Clavijo, Joiner le pidió una carrera, y ya en la casa, lo intimidó con un arma traumática y lo doblegó. En el relato, manifestó que utilizó una cuerda para asfixiarlo alrededor del cuello. El presunto asesino lo confirmó: "esa persona fue ahorcada".
Con las otras dos víctimas, Juan Antonio Arenas y John Fredy Morales, aplicó "el mismo procedimiento" de abordaje e intimidación. Sin embargo, la forma de ejecución fue distinta. Joiner confesó que Juan Antonio "no fue ahorcado, sino que fue degollado". El mismo método utilizó con John Fredy Morales.
Cuando se le preguntó sobre los motivos, Joiner lo calificó como "un trabajo", pero al ser presionado, se reservó la información: "no, eso sí me lo reservo". Otra de las confesiones que hizo el sujeto ante cámaras de Séptimo Día fue que, aunque las víctimas le rogaron para que no los matara, él "los amordazaba para que no hablaran más".
Los cuerpos de los tres mototaxistas fueron hallados el 12 de mayo de 2025, el mismo día de la captura de Joiner por el delito de receptación del celular de John Fredy. Dos en una vivienda y el restante a las afueras de San Vicente del Caguán.
Joiner Alquiber Cabrera Motta fue presentado en audiencias preliminares el 13 de mayo de 2025. Inicialmente, por el delito de receptación (posesión del teléfono robado), cargo que aceptó: "sí señor, acepto los cargos". El juzgado primero promiscuo municipal de San Vicente del Caguán le impuso detención preventiva en la cárcel El Cunduy de Florencia, Caquetá.
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Posteriormente, el 8 de julio de 2025, fue acusado formalmente por los homicidios, secuestro y hurto, ante el juzgado segundo promiscuo municipal de San Vicente del Caguán. Aunque en esta audiencia no aceptó los cargos, la jueza impuso una segunda medida de aseguramiento de detención preventiva en establecimiento carcelario. En ese momento, en el gremio de mototaxistas se respiraba algo de tranquilidad, "al tener el conocimiento de que efectivamente esta persona está privada de la libertad".
No obstante, esta tranquilidad duró poco. El 15 de agosto de 2025, solo un mes y una semana después de la segunda medida de aseguramiento, el coronel César Giovanni Pinzón, comandante de la policía del Caquetá, reveló una "gran sorpresa": "nos advierten que han visto a Joiner en la calle nuevamente".
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¿Por qué Joiner Alquiver Cabrera Mota estaba en libertad si tenía dos órdenes de detención? El proceso de liberación comenzó cuando la Fiscalía solicitó la nulidad del delito de receptación, argumentando que, si Joiner había cometido el hurto del teléfono de la víctima, no podía ser acusado también de receptación. Un juzgado concedió la nulidad y emitió una boleta de libertad el 12 de agosto de 2025.
Sin embargo, en dicho documento se aclaraba que la orden de libertad se aplicaba "únicamente respecto del presente proceso penal sin perjuicio de otras medidas restrictivas de la libertad que se encuentran vigentes en contra del señor Cabrera Mota dentro de otros procesos penales".
El error recaería en el Instituto Nacional Penitenciario y Carcelario (INPEC), específicamente en la cárcel El Cunduy en Florencia. El juzgado que llevaba el caso de homicidio y secuestro había notificado a la cárcel el 8 de julio de 2025 sobre la segunda orden de detención, una comunicación enviada por correo electrónico. Kevin Zapata, director del penal, indicó que, al verificar los antecedentes, el proceso no había sido cargado en el sistema.
El 15 de agosto de 2025, un hombre fue hallado gravemente herido a las afueras de San Vicente del Caguán. La víctima fue identificada como Alfredo Felantana, otro mototaxista que había desaparecido la noche anterior.
Las autoridades confirmaron que todo apuntaba a Joiner Alquiber Cabrera Motta, quien había sido visto el 14 de agosto de 2025 en el barrio Bellavista, el mismo lugar donde habían sido hallados dos de los cuerpos de las primeras víctimas.
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Joiner confesó que, tras salir de la cárcel, buscó a otro mototaxista. Abordó a Alfredo Felantana en el parque, le solicitó una carrera hacia Villa Norte, y en el camino "le propago algunas puñaladas y algunos golpes en la cabeza". Lo dejó abandonado junto a la vía, creyendo que estaba muerto, y robó su teléfono y motocicleta.
A pesar de la gravedad de sus heridas, Alfredo Felantana fue dado de alta tras más de un mes hospitalizado. Seis días después del ataque a Felantana, el 20 de agosto de 2025, Joiner Alquiber Cabrera Motta fue recapturado en Villavicencio, donde se encontraba con la motocicleta robada a su última víctima. Actualmente, enfrenta cargos por los delitos de secuestro agravado, homicidio agravado y hurto calificado y agravado, a los que se sumará el delito por el intento de asesinato de Alfredo Felantana.
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Los familiares de las víctimas exigen justicia y que se revisen los procesos para evitar que "peligrosos delincuentes queden libres con carta blanca para volver a delinquir".