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El caso de Karina Rincón es un milagro. En eso coinciden quienes la conocen y el equipo médico que la atendió a finales de septiembre luego de ser víctima de un brutal ataque con un martillo perpetrado por su expareja sentimental y padre de su hija, José Urbano Medina, hoy en manos de la justicia por tentativa de feminicidio agravado. Pese a que su pronóstico inicial era poco alentador, la atención oportuna del personal médico lograron estabilizarla y devolverla a la vida.
El ataque ocurrió el 22 de septiembre en el barrio Hayuelos, en la localidad de Fontibón, en Bogotá. Karina fue agredida el día de su cumpleaños mientras su hija se encontraba dormida en la habitación de al lado. Su expareja la golpeó con un martillo. Fueron, en total, 20 golpes: 17 en el cráneo y tres en el rostro. Ante el llamado del vigilante del conjunto donde vive, recibió atención médica. En un principio fue trasladada al Hospital de Fontibón. Allí el pronóstico era desalentador. Debido a la gravedad de las heridas, y al deterioro de su estado, se temió un daño neurológico irreparable en la mujer de 35 años.
Al día siguiente, el 23 de septiembre, en horas de la madrugada, y en medio del agravamiento de su estado de salud, Karina fue llevada al Hospital de Kennedy, donde un grupo de 20 especialistas la envió de inmediato a cirugía. Ese equipo médico, de carácter multidisciplinario, estuvo conformado por neurólogos, cirujanos plásticos y maxilofaciales, entre otros, quienes le practicaron dos intervenciones quirúrgicas. Durante esa cirugía, que fue extensa y duró aproximadamente 10 horas, los médicos evidenciaron múltiples fracturas en el cráneo, puntualmente en la región frontal. Hubo necesidad de reconstruir parte del hueso frontal y del hueso occipital. También se le retiró la esquirla ósea que presentaba y se le hicieron múltiples lavados. Así lo relataron ante las cámaras de Noticias Caracol.
La rápida intervención del equipo médico ha facilitado la recuperación de Karina. Solo 24 horas después de la primera cirugía le fue retirado el soporte ventilatorio. Tan pronto despertó y mostró signos de mejoría, Karina fue dada de alta del Hospital de Kennedy para regresar a casa y continuar allí su recuperación, desde donde esta semana recibió a las cámaras de Noticias Caracol para contar su historia.
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Aunque hasta el momento no presenta secuelas neurológicas, el proceso de recuperación será largo. Así lo vaticinan los médicos. Las próximas semanas y meses serán cruciales, ya que deberá ser sometida a nuevas intervenciones quirúrgicas. Esto incluye el reemplazo de las piezas dentales que le fueron tumbadas durante el ataque y la recuperación de toda la parte maxilofacial. Posteriormente, se revisarán los signos neurales para verificar que su estado es óptimo. El equipo médico del Hospital de Kennedy continuará brindándole la atención que requiere.
WILLIAM MORENO HERNÁNDEZ
NOTICIAS CARACOL DIGITAL
*Con información de Héctor Rojas