Justo en el cumpleaños 78 del sumo pontífice, las dos naciones hicieron el anuncio y reconocieron la intervención del argentino en este hecho histórico.
El papa Francisco se limitó, tras conocerse la noticia, a decir que "se complace vivamente" por ese anuncio del restablecimiento de las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, "con el fin de superar, por el interés de los respectivos ciudadanos, las dificultades que han marcado su historia", dijo su portavoz, Federico Lombardi.
Aunque los intentos del papa argentino de contribuir a arreglar graves problemas internacionales no son novedad -ahí está la reunión entre palestinos e israelíes de la que fue anfitrión en los Jardines Vaticanos el pasado junio-, al papa se le resistía todavía un gran avance en sus cerca de dos años de pontificado.
Como el que quedó desvelado con la mediación confirmada del Vaticano en el restablecimiento de relaciones entre Washington y La Habana, que, a falta de la evolución de su aplicación práctica, ya se puede calificar como histórica.
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Meses de discreta diplomacia vaticana -que como mandan los cánones en casos como este se sirvió de un tercer Estado, Canadá- han podido darle a Jorge Bergoglio un reconocimiento justo y precisamente el día de su cumpleaños.