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Hace un año, Colombia despidió entre lágrimas a Fabiola Emilia Posada, más conocida como la Gorda Fabiola, quien falleció a los 61 años. La recordada humorista, del programa Sábados Felices y una de las artistas más queridas del país, dejó un vacío profundo en la televisión nacional. Su partida también abrió un espacio para rememorar las duras batallas de salud que libró a lo largo de su vida y, sobre todo, el amor incondicional que compartió con su esposo, el también humorista Nelson Polanía, Polilla.
Durante más de dos décadas, Fabiola y Polilla fueron una pareja inseparable dentro y fuera de los escenarios. Su relación, marcada por la complicidad, el humor y la fortaleza frente a las adversidades, se mantuvo firme incluso en los momentos más críticos, cuando la Gorda Fabiola enfrentó graves problemas de salud.
Desde niña, la Gorda Fabiola libró una dura batalla contra el sobrepeso, una condición que desencadenó múltiples complicaciones médicas a lo largo de su vida. En 2018, la directora de Los Informantes, María Elvira Arango, la entrevistó tras superar uno de sus episodios más críticos.
“Tuve cuatro infartos, diabetes, hipertensión, dos bypass, uno fue hace 9 años cuando yo pesaba 147 kilos y quise bajar de peso. Era un paquidermo, no podía ni pararme de la cama”, relató entonces sobre su delicado estado de salud.
En una ocasión, los médicos le advirtieron que estaba sufriendo un infarto, pues tenía tres arterias completamente obstruidas al mismo tiempo. Por eso, para Fabiola, cada una de sus intervenciones fueron “cirugías de vida”.
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A pesar de las intervenciones, el manejo de la alimentación fue un desafío constante. Una de las pruebas más difíciles fue la desnutrición crónica que la llevó a cuidados intensivos, una situación paradójica debido a su sobrepeso. Su cuerpo dejó de recibir las proteínas y vitaminas esenciales.
Por eso, ese mismo año su salud se vio gravemente afectada y tuvo que permanecer hospitalizada durante casi dos meses. Sus órganos comenzaron a fallar, mientras una bacteria se aprovechaba de la debilidad de su sistema inmunológico.
En medio de cirugías, recaídas y tratamientos, siempre estuvo a su lado su esposo Polilla, quien nunca la abandonó. “El día en que a mí me despiertan después de 22 días en coma inducido y está polilla y me dice que yo lo miré como diciéndole adiós, pero yo no me quería morir”, reveló durante la entrevista.
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El amor entre ambos se convirtió en un refugio frente a la enfermedad. “Nosotros decidimos blindar nuestra relación porque de verdad nos amamos”, dijo Fabiola al referirse a las pruebas que superaron juntos.
La historia de amor de Fabiola y Polilla estuvo marcada por anécdotas y gestos simbólicos. No se casaron una ni dos, sino tres veces, y siempre afirmaron que cada ceremonia era una forma de reafirmar su compromiso.
Polilla reconoció en varias ocasiones que lo que más lo atrajo de La Gorda Fabiola fue su carisma: “Tiene una forma de ver la vida muy bonita. Yo fui el que tomé la decisión, le di un beso y de ahí en adelante ya todo fluyó”.
Una pareja admirada por los colombianos, que durante más de 30 años compartieron escenarios en televisión, en radio y tarimas por todo el país, regalando humor y haciéndonos llorar, pero siempre de la risa.
A pesar de tantas dificultades, la Gorda Fabiola nunca dejó de hacer reír. Su carisma y energía la mantuvieron en la televisión durante casi tres décadas, siempre acompañada de Polilla, con quien tuvo a su hijo menor, Nelson David.
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“Yo no sé qué tanto signifique yo para Polilla, pero creo que él tampoco hubiera sabido qué hacer donde su gorda se le hubiera ido”, expresó en una de sus últimas entrevistas.
Esa mezcla de humor y resiliencia fue lo que la convirtió en un símbolo para millones de colombianos, quienes la recuerdan no solo por sus chistes, sino por su capacidad de sobrellevar las pruebas más duras.
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Hoy, 19 de septiembre de 2025, al cumplirse un año de su partida, Colombia recuerda a la Gorda Fabiola no solo como la humorista que marcó generaciones en Sábados Felices, sino también como una mujer valiente que enfrentó con firmeza las más duras batallas de salud. Su carisma, su autenticidad y la risa que regaló a millones de hogares permanecen intactos en la memoria de quienes la admiraron.
Recientemente, Polilla y todo el elenco de Sábados Felices le rindieron un emotivo homenaje, recordando no solo su cumpleaños, sino también este primer aniversario de su fallecimiento.
El recuerdo de su amor incondicional con Polilla, de su complicidad en los escenarios y de la unión con su familia, sigue siendo inspiración. Su legado continúa vivo en el corazón de los colombianos, donde la Gorda Fabiola siempre será sinónimo de alegría.