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Principal centro de ventas funcionaba en una universidad pública. Cada mes facturaban $200 millones. También reclutaba jóvenes para expandir su negocio.
Agentes encubiertos de la Policía ayudaron con la captura de alias ‘Fabio’, quien surtía a los jóvenes estudiantes de alucinógenos. Llevaba tres años operando en un rincón de la institución educativa, en Tunja.
Su hijo, de 18 años, estudiaba en la universidad y era el encargado de repartir droga entre los jóvenes para volverlos adictos. También los convencía de volverse jíbaros al servicio de su padre.
Cuentan los agentes que la condición de los traficantes para vender la droga a los primíparos era que consumieran el alucinógeno o las pastillas frente a los integrantes de la red para comprobar que no eran infiltrados.
Más de 300 horas de interceptaciones y los testimonios de por lo menos 200 estudiantes, fueron pruebas suficientes para que se lanzara el operativo que permitió la captura de alias ‘Fabio’, alias ‘Otto’ y alias ‘Christian’, su hijo.
La banda operaba desde Bogotá con un brazo extendido de distribución cerca de 16 estudiantes. En total 18 integrantes de la red fueron detenidos.
Este caso recuerda al sujeto que también operaba en el departamento de Boyacá y que llevaba 45 semestres en una universidad de Duitama:
Llevaba 45 semestres en la universidad, pero no precisamente...
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