"Anoche ordené la militarización de Bogotá y de cualquier otro municipio o zona donde sea necesaria la presencia de nuestros soldados. Ordené también que se destinen 50 mil hombres de nuestras Fuerzas Militares para que trabajen, junto con la Policía, en garantizar la movilidad en nuestras carreteras", expresó Juan Manuel Santos en una alocución presidencial.
Asimismo, ordenó el regreso a Bogotá de los ministros que dialogaban con líderes de las protestas campesinas y agregó que el Gobierno está listo para reanudar las conversaciones cuando haya seriedad. Tras su anuncio, se suspendieron las conversaciones en Tunja.
El mandatario dijo que se mantiene "toda la disposición para el diálogo con los verdaderos campesinos" y por ello pidió a su equipo dejar las propuestas gubernamentales sobre la mesa.
"Infortunadamente, a pesar de todo el esfuerzo realizado, a pesar de las propuestas concretas y el tiempo dedicado, la única respuesta ha sido la constante dilatación de un acuerdo. Porque no quieren acordar, o tal vez porque no los dejan", afirmó.
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"La paciencia se agota", señaló.
Reveló que "hay personas o grupos que están interesados en que no se llegue a un acuerdo", porque tienen su propia agenda política o solo quieren desestabilizar" el país.
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Y apuntó directamente al movimiento Marcha Patriótica que busca llegar al Gobierno a "una situación sin salida para imponernos su propia agenda", sostuvo Santos.
"Solo les importa su agenda política", agregó.