La última vez que un suramericano ganó un Nobel de Paz fue en 1992, con la guatemalteca Rigoberta Menchú. Y aunque parece difícil creer que las miradas de la comisión encargada por la Academia de Oslo se vuelquen hacia Colombia, Geir Lundestad, director del Instituto de Nobel noruego, declaró que la opinión internacional y la academia están muy atentas al desarrollo de las negociaciones entre el Gobierno y las FARC en La Habana.
“El Nobel de paz tiene una mirada global. Por supuesto estamos siguiendo muy de cerca los desarrollos en todo el mundo, incluyendo el proceso de paz con Colombia. Así que estamos pendientes de lo que ocurra y definitivamente esperamos que se logre el proceso de paz en Colombia en un futuro cercano y veremos que pasará”, declaró.
Frente a los nominados en 2014, Lundestad dijo: “no puedo hablar de algunos nominados entre los 278 que hay. Hay muchos que tienen el derecho de hacer una postulación. Es muy fácil ser un candidato y luego miramos las cualidades. Pero cuando tienes tantos candidatos es muy difícil seleccionar”.