Es importante que los padres de familia identifiquen los cambios de comportamiento de sus hijos y si uno de estos indica que hay un posible abuso, deben denunciar y buscar ayuda de expertos para ayudar a los niños.
Una de las primeras medidas debe ser “generar un entorno seguro, un espacio seguro de la casa, retirarlo de la persona de la que sufrió el posible abuso, en ocasiones es difícil porque pertenece al mismo grupo familiar, y también es importante que el niño pueda iniciar un acompañamiento”, sugiera la experta.
También es importante respetar el silencio de los niños y jóvenes frente a estos actos.
Aunque el tratamiento no tiene un tiempo determinado, si es importante recalcarles a los menores “que él o ella no tuvo la culpa, que él o ella son niños y que el adulto fue el que los condujo a esa situación, entonces a la niña o al niño, independientemente de que hable o no hable, le tiene que quedar claro que no tuvo la culpa de lo que sucedió”.
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Los pequeños abusados pueden sufrir trastornos en “su comportamiento, algunos vuelven a tener procesos de orinarse en la cama” y “cuando son adolescentes y empieza su desarrollo tiene mayor afectación porque ya es más consciente”.
Las recientes cifras de Medicina Legal sobre abuso sexual en menores de edad son alarmantes: entre enero y mayo de este año fueron abusados 6.469 menores de edad, de los cuales 1.057 son niños y 5.412 niñas.
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El caso más reciente fue el de una niña indígena violada por un grupo de soldados en Risaralda .
Juan Carlos Alba, psiquiatra del Hospital San Rafael de Tunja, sostiene que “las personas que cometen abuso sexual claramente tienen un perfil psicológico basado en la ausencia de culpa, la poca capacidad de empatía, de respeto de los derechos de los demás, no pueden ser calificados como personas enfermas mentales, por el contrario, son conscientes de lo que hacen”.
Carlos Uribe Celis, de la Federación Colombiana de Psicología, dice que el aislamiento “puede considerarse como un factor adicional” para los crímenes contra los menores, “pero el violador no es un producto de la pandemia”.