El Gobierno nacional ordenó levantar las órdenes de captura a seis disidentes de las FARC del Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC. Según la resolución 136 del 29 de mayo de 2023, estas personas se convertirían en gestores de paz y, además, harían parte del mecanismo de monitoreo y verificación de los próximos diálogos con ese grupo armado.
Entre los seis nombres están tres cabecillas que tienen un largo prontuario delictivo. Ellos son:
Roland Arnulfo Torres, alias ‘Álvaro Boyaco’, quien según la Fiscalía General es el responsable del atentado -el 16 de junio de 2020- contra una base militar en el Meta. John Maro Ortiz Camayo, alias ‘Manigueta’, señalado del homicidio de un policía en el Cauca en 2020 tras un plan pistola; hizo parte de la estructura Dagoberto Ramos de las disidencias y fue capturado en Popayán el 7 de febrero de 2023. John Janier Trochez Medina, alias ‘Malicia’, quien según el ente judicial perteneció por más de 15 años a las FARC y posteriormente fue capturado en 2019.
En la lista aparecen, además: Jason Ferney Lasso, Eusser Mota Meneses y Faber García Guzmán.
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A juicio de expertos en seguridad y conflicto, se deben establecer los roles claros de estas personas en el eventual diálogo de paz con las disidencias de las FARC. “Si no es claro para dónde va el proceso, si no es claro ni siquiera si hay un compromiso para estructurar un proceso, el rol que tienen estas personas puede ser más complejo porque el margen para envolverse de nuevo en actividades delictivas va a ser peor”, afirma Alberto Sánchez, investigador en conflicto.
El Estado Mayor Central de las disidencias de las FARC a cargo de alias ‘Iván Mordisco’ reconoció el asesinato de cuatro menores en el Caquetá.
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Para el analista León Valencia, el gobierno ha sido generoso con este grupo armado que, según él, aún no demuestra voluntad de paz.
“El gobierno Petro es responsable de su protagonismo político; ellos empezaron a hacer demostraciones con comunidades, con armas, a hacer discursos políticos y el gobierno les prometió eso sin que ellos dieran nada”, recalcó.
Hasta ahora no se conoce cuando iniciarían los diálogos de paz con el Estado Mayor Central ni tampoco sus delegaciones.
Según Valencia, hay otras alternativas para silenciar los fusiles, y es “a futuro exigirle que vuelvan al proceso de paz de las FARC con algunos cambios que tienen que hacerle a ese acuerdo”.
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Entre tanto, expertos en seguridad coinciden en que debe haber reglas claras de juego para garantizar el éxito del proceso con los disidentes de las FARC.