Un temblor en Antioquia se registró la madrugada de este jueves, 30 de marzo. De acuerdo con el reporte, tuvo una magnitud de 4,4 y fue de una profundidad superficial, menor a 30 kilómetros. El sismo ocurrió a las 3:24 de la mañana.
El epicentro de este temblor en Antioquia, que se sintió especialmente en municipios del Bajo Cauca, fue en zona rural del municipio de El Bagre a 17 kilómetros de Nechí.
#SismosColombiaSGC Evento Sísmico - Boletín Actualizado 1, 2023-03-30, 03:24 hora local Magnitud 4.4, Profundidad Superficial (Menor a 30 km), El Bagre - Antioquia, Colombia ¿Sintió este sismo? repórtelo https://t.co/ehDqPbETsf https://t.co/63pt8nVsSe #Temblor pic.twitter.com/DdJ5sDPkHq
— Servicio Geológico Colombiano (@sgcol) March 30, 2023
Varias personas en redes sociales reportaron cómo sintieron este sismo:
“Fue moderado y corto en el Valle de Aburrá... Igual me alborotó los nervios”, “se sintió en Apía, Risaralda, muy poco, pero sí”, “se sintió en Santa Rosa del Sur (Bolívar)”.
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Cabe recordar que el pasado 10 de marzo se registró un fuerte sismo en horas de la madrugada que despertó a buena parte de los colombianos.
El temblor de magnitud 5,9 que se presentó a las 4:18 de la mañana y el epicentro fue en la Mesa de los Santos, Santander, recordó que Colombia tiene el considerado “segundo nido sísmico en el mundo”, que precisamente queda en esta región.
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El municipio de Los Santos está ubicado sobre la cordillera oriental. Para llegar allí se puede tomar la autopista saliendo desde Bucaramanga, pasando por el municipio de Piedecuesta.
Luego de recorrer 62 kilómetros se encuentra la también conocida tierra de los temblores, pues algunos dicen que se sienten al menos diez veces al día.
Para sus habitantes, vivir en este lugar no es tan catastrófico como parece. Muchos nacieron en Los Santos, por lo que los movimientos telúricos ya hacen parte de su cotidianidad.
Y aunque en esta zona del país se encuentra el segundo nido sísmico con mayor actividad en el planeta, luego de Hindú Kush, en Afganistán, el que esta energía sea liberada permanentemente se convierte en un alivio para sus habitantes.
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“En estos suelos, las ondas sísmicas no se amplifican, no se modifican. Si tenemos condiciones de suelo duro, el nivel del movimiento no va a ser tan fuerte”, aseguró Carlos Lozano, director del Observatorio Sismológico del Oriente Colombiano.
Mientras algunos les temen a los sismos, en Los Santos los movimientos telúricos son los que atraen a miles de turistas que siguen llegando para conocer este pueblo de vida tranquila, de casas tradicionales y en donde todos los días se registra un temblor.