Desadaptados aprovecharon la fiesta para protagonizar actos vandálicos. Algunos eventos han tenido que ser cancelados.
Cincuenta y siete policías llegaron a Ocaña para reforzar la seguridad durante los carnavales, pero no fueron suficientes para impedir los desórdenes.
"La administración municipal ha tenido que suspender varios eventos", recalcó el coronel George Quintero, comandante de la Policía en Norte de Santander.
Los carnavales de Ocaña son reconocidos en el país, de allí que habitantes y visitantes lamenten lo ocurrido y pidan a todos tener un buen comportamiento.
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