Sala de operaciones lleva 8 años sin utilizarse porque no hay especialistas que puedan practican cirugías.
“No contamos con unidad de recién nacidos. En Providencia no se llevan a cabo cesáreas dado que no contamos con anestesiólogo, ginecólogo y con pediatras simultáneamente”, dijo el médico rural Andrés Abad.
“No hay buena iluminación, el edificio un día de estos se nos va a caer encima Dios no lo quiera”, declaró por su parte la enfermera Flory McLean.
“En caso de un accidente nos toca lancha rápida y esperar a ver si llega la avioneta ambulancia. Desafortunadamente hemos perdido personas muy valiosas para la isla esperando un auxilio de vida”, denunció Bernardo bent, alcalde de Providencia.
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Especialistas que solo acuden cada 2 veces por mes y remisiones que duran hasta 6 meses, son algunas de las otras denuncias.
En medio de las dificultades, aflora la solidaridad en la comunidad. Antes que dejar morir a un paciente, los isleños hacen casi que milagros: recolectas para lanchas o para el avión ambulancia que van desde los $9.00.000 hasta $27.000.000.
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Este dinero, dicen los habitantes, se puede invertir para tener un mejor hospital y prestar un servicio de salud digno.