Desde que su expareja la abandonó, Nancy Ariza, de 61 años, se levanta con una angustia diaria, reunir $300 mil para pagarles a los cobradores en Soledad.
Pero, por más esfuerzos que haga, su humilde negocio de venta de jugos no le deja más de 20 mil a 25 pesos de ganancia, por lo que, desesperada, pide ayuda a las autoridades.
De acuerdo con Nancy, su exmarido huyó, dejándola con una deuda que asciende a 14 millones de pesos.
“Les debe a los vecinos también. De la casa tienen la escritura y una letra en blanco firmada por mí, ese sinvergüenza me la hizo firmar”, contó entre el llanto la mujer.
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Los cobradores en su afán por recuperar el dinero y los intereses adeudados se han llevado hasta los electrodomésticos de su hogar.
“Hace aproximadamente una semana llegó uno borracho y le dijo a mi mamá ‘bueno, dame el televisor’, y hasta le forzó la puerta para entrar, la verdad que lo único que no se han llevado es la lavadora porque me tocó esconderla en la casa de un vecino”, contó Luz Daris Ariza, hija de la afectada.
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A estas intimidaciones se suman las agresiones físicas y las amenazas de muerte.
“Hay unos que me dicen que si no les doy la cuota completa me van a apuñalar, que me van a dejar ahí tirada”, relató Nancy Ariza.
La Policía advirtió a la ciudadanía sobre el peligro de estos préstamos ilegales.
“Hemos hecho operaciones en el último año que han permitido la captura de 15 individuos, no solo por el delito de usura, que es el que se configura, sino delitos conexos como el hurto, porte ilegal de armas de fuego, amenazas y también el concierto para delinquir”, indicó el coronel Yecid Peña, comandante operativo de la Policía Barranquilla.
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