Aunque se unieron en inmediaciones del puente internacional para celebrar esta época, no pueden ocultar la tristeza de haber dejado su país.
Madres de familia apenas intentan contener las lágrimas al recordar que pasarán la Nochebuena separadas de sus hijos.
“Estamos un poco tristes, no nos encontramos en nuestro país, pero le damos gracias a Dios que tenemos bastante comida”, confesó uno de ellos.
Al menos esperan que en esta Navidad no llueva porque duermen a la intemperie y no tienen donde alojarse.
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