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Sueño americano truncado: consiguió la residencia y un mes después apareció muerto en su apartamento

Sueño americano truncado: consiguió la residencia y un mes después apareció muerto en su apartamento

Una familia vallecaucana está de duelo por el asesinato de David Alejandro Solarte, un joven de 25 años que fue hallado sin vida en su vivienda en Nueva York.

Las autoridades señalan a un amigo como presunto responsable del homicidio, que causó duelo y conmoción entre la comunidad latina de Queens.

“Era el niño de la casa y obviamente fue nuestro consentido siempre”, afirmó Mauricio Solarte, hermano de la víctima.

Era su hermano del alma, el querubín, el travieso, el que se atrevió a dejar su Valle del Cauca en Colombia en busca de un sueño americano.

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“Esto ha sido algo que nos destrozó como familia”, anotó el hermano de David.

Mauricio es el reflejo de una familia que llora a distancia. Hace horas llegó a Estados Unidos y en el aeropuerto no lo esperó el abrazo que siempre lo recibía. Se encontró con fotos en memoria de su hermano, veladoras.

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En la mañana del pasado martes, David Alejandro Solarte, de 25 años y oriundo de El Cerrito, apareció muerto dentro de su apartamento en Queens. La Policía dijo que fue apuñalado en múltiples ocasiones en el pecho y estómago.

La investigación policiaca apunta a que Santiago Echeverri Rivera, de 28 años, amigo y ex compañero de trabajo de la víctima, es el presunto responsable del crimen.

“¿Cuál es la razón?, ¿qué ganaste?, ¿te sientes mejor?”, cuestiona Gloria Estefan, expareja de la víctima.

El muchacho está desaparecido desde el día del suceso. Detectives dijeron que ambos, supuestamente, se enfrascaron en una discusión que terminó en un hecho sangriento.

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Hoy se apagó la música en el bar donde David trabajaba como bartender. En Queens se realizó una vigilia en su honor.

“Él tenía un ángel, un carisma de verdad increíble. Siempre estaba sonriendo, siempre era atento con todos”, dijo Víctor Muñoz, conocido de la víctima.

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Su hermano Mauricio aseguró que “hace un mes le llegó la residencia y estaba feliz porque ya podía volver a Colombia cuantas veces quisiera”.

Un sueño americano truncado, un regreso con ausencia de cuerpo, un retorno en alma.

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