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Las autoridades de salud del Valle del Cauca temen un colapso del sistema hospitalario, ya que a la atención de pacientes contagiados con COVID-19 se suma la llegada de ciudadanos heridos durante las protestas del paro nacional.
Según datos de la Secretaría de Salud del departamento, la ocupación de camas UCI se encuentra en un 95.4%. Al menos 70 pacientes están esperando ser ingresados a una unidad de cuidados intensivos.
“Hemos logrado acomodar un número importante de pacientes. La cola ha disminuido de 100 a 70. Esperamos poder mejorar nuestra capacidad de respuesta. Tenemos déficit de gasolina, eso pondrá dificultades en el transporte de pacientes. Hay ambulancias vandalizadas y recurso humano afectado”, expresó María Cristina Lesmes, secretaria de Salud del departamento.
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A lo anterior se suma la escasez de combustible y que las misiones médicas están siendo amenazadas, incluso, a algunas se les cobra para poder pasar por los bloqueos y barricadas.
Se espera que en las próximas horas se permita el ingreso de oxígeno de manera ininterrumpida a la capital del Valle del Cauca y otras ciudades del departamento.
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