Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Push Noticias Caracol
Reciba nuestras notificaciones con lo último de:
Ahora no
Activar

Publicidad

Temor en vía al Llano: vigilan “a qué horas se nos viene la tierra encima pa’ salir corriendo”

Kilómetros de camiones con alimentos y animales siguen detenidos a la espera de poder avanzar por la vía al Llano, cerrada en la madrugada de este jueves por nuevos deslizamientos. “No sacamos nada con muros de contención”, dicen expertos.

Por temor de derrumbes en vía al Llano, habitantes hacen vigilia para no quedar sepultados

La vía al Llano, cerrada desde el pasado 17 de agosto por taludes que generó el temblor reportado en el departamento del Meta, duró poco tiempo abierta y en la madrugada de este jueves se suspendió nuevamente el paso por caída de material debido a las lluvias. Quienes viven junto a la carretera pasaron la noche en vela por miedo.

Nos turnábamos con mi hermano a ver a qué horas se nos viene un poco de tierra pa’ salir corriendo con mis hijos y mi hermano”, le contó Gloria Patricia Baquero a Noticias Caracol.

A las seis de la mañana dejó de llover y algunas personas decidieron atravesar la vía al Llano a pie, pese al temor de deslizamientos. Sobre las diez se permitió el avance a unos pocos vehículos de carga y luego se volvió a impedir el paso.

Sobre El Uval, en la localidad de Usme, sur de Bogotá, hay kilómetros de camiones que transportan alimentos y hasta animales parados en la carretera. “Hay hambre porque aquí es solo tinto y agua aromática”, comentó uno de los conductores que no tienen por dónde más movilizarse.

¿Qué alternativas hay frente al cierre de la vía al Llano?
La Sociedad Colombiana de Ingenieros entregó un informe al Gobierno nacional con estudios sobre las fallas geológicas e inestabilidades en 30 kilómetros, desde el 40 al 70, de la vía al Llano, y recomendaciones.

Mario Camilo Torres, presidente de la Sociedad Colombiana de Geotecnia, afirmó que “no sacamos nada con hacer muros de contención anclados y absolutamente rígidos. Nosotros debemos volver a las obras mucho más flexibles basadas en bioingeniería, donde esas deformaciones se puedan ir asimilando con el tiempo, se puedan ir deformando las estructuras con el tiempo porque es lo que pone en contacto los Llanos Orientales, que es la parte más antigua del país, con la cordillera oriental. Eso es algo de la naturaleza, no es que no tenga solución, simplemente es una condición con la que hay que convivir”.

Publicidad

Por eso, su propuesta “es que las soluciones se hagan en el mismo corredor vial Bogotá-Villavicencio mediante la generación de unos anillos viales internos que conecten la vía principal, que es una vía primaria nacional, que es la ruta 40, con vías secundarias y vías terciarias que habría que adecuarlas para que cuando sigan ocurriendo estas eventualidades, que van a seguir ocurriendo, los habitantes puedan mejorar su conectividad y tenerla garantizada”.

Para implementar estas alternativas, les piden a las autoridades gubernamentales crear una mesa integral de alto nivel.

Publicidad

“Es necesario encontrar dentro de la ingeniería soluciones y tiene que ser de la mano entre el concesionario, que seguramente hace cosas muy bien hechas, con el Estado colombiano porque son costosas y complejas de realizar y requieren intervención de todos, pero de forma efectiva, no podemos dejar pasar más tiempo”, recalcó Luis Alberto González, presidente de la Asociación Colombiana de Facultades de Ingeniería.

Sobre esta última advertencia, Mario Camilo Torres siente que a veces “uno está dando gritos en un desierto porque esto lo hemos hablado en muchos foros, hemos hecho muchas reuniones, inclusive propusimos montar un centro de monitoreo geológico y geotécnico con la ayuda de las universidades”.

Dicen los expertos que la transversal del Sisga o Cusiana no son rutas alternas porque sus recorridos son mucho más largos y tienen las mismas o peores condiciones geológicas que las que atraviesa en este momento la vía al Llano.

Y mientras persiste el cierre, las pérdidas para comerciantes y agricultores en departamentos como Vichada, Arauca y Boyacá se incrementan, especialmente para los arroceros, que no han podido sacar su producto.

Publicidad

  • Publicidad