Una llamada le costó la vida: habla tío de conductor muerto en derrumbe en la vía Medellín – Bogotá

La familia de la víctima cuenta que después de las 7:00 de la noche del miércoles no volvieron a saber nada del transportador que estaba en jornada laboral.   

La oscuridad y la lluvia no apagaron el espíritu de ayuda de decenas de personas que, apoyando a la Policía y los bomberos, lograron encontrar en lo más profundo del derrumbe el cuerpo sin vida de Ramón Alonso Restrepo Mejía, de 43 años, conductor de una tractomula amarilla que desapareció al ser arrastrada por la fuerza de la naturaleza.

Don Éver es tío de Ramón, oriundos del municipio de Sonsón, Antioquia, cuenta con la voz entrecortada que una llamada lo hizo encontrarse con la muerte:

“Había problemas en la vía, pero igual dieron paso. Como a las 7:00 de la noche lo llamaron porque había viaje otra vez para cargar, entonces él se regresó vacío otra vez a Río Claro y no se volvió a tener noticias de él; la esposa lo estuvo llamando y no tenía señal”, relata Éver de Jesús Álvarez.

Rescatistas y maquinaria continúan con en la búsqueda, pese a que no hay personas reportadas como desaparecidas.

“Bomberos con los perros de búsqueda y rescate deben descartar cualquier indicio de existencia de una persona que esté sepultada”, explica el mayor Gustavo Chaparro, oficial de la dirección de tránsito y transporte.

El cierre ya empieza a provocar graves secuelas, decenas de personas arriesgan sus vidas cruzando de lado a lado para tratar de llegar a sus destinos.

“A trabajar, voy para donde una cuñada para así empezar a laborar nuevamente, toca a hombro, ‘maletiados’, para quedarnos allá para no estar transbordando”, cuenta Wilmar Giraldo, transeúnte afectado.

Los transportadores se ven afectados por los sobre costos que son incalculables:

“Dando la vuelta por Puerto Berrío, son más de 10 horas, estamos a merced de lo que digan las empresas”, comenta Guillermo Barreto, afectado.

“700 u 800 mil pesos me gasto como tal por el costo de peajes, combustible y la vuelta”, dice Javier Escarpeta, transportador.

Más de 15 volquetas y maquinaria amarilla trabajan contra reloj para tratar de habilitar la vía lo antes posible.