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La circulación de billetes falsos en Colombia ha sido una preocupación constante para comerciantes y consumidores. En los últimos meses, se ha intensificado la alerta por la aparición de billetes de $100.000 pesos con seriales repetidos, lo que constituye una señal inequívoca de falsificación. Hay quienes denuncian que varios de estos ejemplares logran pasar desapercibidos, incluso ante pruebas básicas de autenticidad.
En redes sociales hay un sinnúmero de casos, especialmente de comerciantes, que muestran varios de estos billetes falsos que llegaron a sus manos. Muchos de ellos aseguran que se trata de los G5, un término que ha sido muy usado en los ejemplares que parecen ser legítimos pero no lo son.
Noticias Caracol conoció varios casos y la mayoría de afectados señalan estos cinco números de serie:
Estos seriales han sido denunciados por comerciantes y consumidores en ciudades como Bogotá, Medellín y otras regiones del país. En particular, el caso del serial AF79227345 fue ampliamente difundido en redes sociales, donde un comerciante mostró cómo el billete logró pasar desapercibido en una transacción rápida. De igual forma, los seriales AJ77938917 y AB61104080 han sido reportados en múltiples ocasiones, lo que sugiere una distribución amplia por parte de redes de falsificación. Una comerciante aseguró en un video en TikTok que a sus manos llegó un billete falso con serial AE68417396, pero la mitad de este ejemplar era legítimo.
Estas características deben ser revisadas cuidadosamente cada vez que se recibe un billete de esta denominación. El uso de métodos alternativos como raspar, mojar o doblar el billete ha sido desaconsejado por el Banco de la República, ya que pueden dañar ejemplares legítimos y no garantizan resultados confiables.
El Banco de la República ha establecido cinco pasos fundamentales para verificar la autenticidad de los billetes, especialmente los de alta denominación, como el de $100.000:
En redes sociales se ha difundido la idea de que existen billetes falsos de alta calidad, denominados popularmente como “G5”, que imitan con gran precisión los originales y logran burlar los métodos tradicionales de verificación. Sin embargo, esta información ha sido desmentida oficialmente por el Banco de la República.
Según el comunicado emitido por el Banco de la República, no existe una categoría oficial llamada “billetes G5” para referirse a falsificaciones sofisticadas. La entidad aclara que, hasta la fecha, no ha recibido piezas falsas vinculadas a esa supuesta clasificación, ni denuncias asociadas a billetes imposibles de identificar. Por el contrario, las falsificaciones detectadas corresponden a simulaciones de baja calidad, elaboradas con materiales comerciales y técnicas conocidas, que presentan diferencias evidentes frente a los billetes auténticos.
El Banco ha sido enfático en señalar que los billetes colombianos, especialmente los de la nueva familia puesta en circulación desde 2016, cuentan con elementos de seguridad avanzados que permiten su verificación por parte del público. Estos incluyen marcas de agua, tintas de seguridad, bandas holográficas, microtextos, fibras fluorescentes y alto relieve, entre otros.
Recibir un billete falso en un cajero automático puede generar molestia, pero lo más importante es conservar la calma y actuar con rapidez. El primer paso es revisar los billetes justo después de retirarlos, preferiblemente frente al cajero, para detectar cualquier irregularidad en su apariencia o textura. Esta revisión inmediata puede evitar complicaciones posteriores. Es fundamental conservar el comprobante de la transacción, ya que este documento es clave para demostrar que el billete fue entregado por el cajero. En caso de no haber recibido el comprobante físico, se puede acceder al historial de transacciones a través de la banca digital o solicitarlo directamente en la sucursal bancaria correspondiente.
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Además, se recomienda tomar evidencia visual del billete sospechoso y del cajero donde se realizó el retiro. Fotografías claras pueden servir como respaldo adicional en el proceso de reclamación, especialmente si se requiere demostrar el contexto en el que se recibió el billete. El siguiente paso es dirigirse lo más pronto posible a la entidad bancaria, preferiblemente a la misma sucursal donde se encuentra el cajero. Según la Superintendencia Financiera, el reclamo debe hacerse dentro de los tres días hábiles siguientes al retiro para que sea considerado válido. Este plazo es esencial para que el banco pueda rastrear la operación y verificar la autenticidad del billete.
Una vez en la oficina bancaria, se debe radicar el reclamo formalmente mediante el diligenciamiento de un formulario. Este debe incluir información detallada como el número de billetes afectados, la denominación, el número de tarjeta utilizada, la fecha y lugar de la transacción, y los datos personales de contacto. En el caso de empresas o personas jurídicas, se debe presentar una carta firmada por el autorizado de la cuenta, explicando la situación y solicitando la reposición del dinero.
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La entidad financiera verificará si el billete es realmente falso y si corresponde a los billetes que fueron cargados en ese cajero. También revisará si el billete tiene marcas especiales que permiten identificarlo como parte del lote entregado por el dispositivo. Finalmente, si se confirma que el billete fue entregado por el cajero y es falso, el banco puede reembolsar el valor directamente a la cuenta del cliente. No obstante, si se detectan inconsistencias en la información proporcionada o si el billete no corresponde al lote del cajero, el reclamo podría ser rechazado.
La reacción más común ante la recepción de un billete falso es intentar “correrlo”, es decir, entregarlo en otra transacción. Sin embargo, esta práctica no solo es poco ética, sino que constituye una infracción penal. El Código Penal colombiano castiga a quienes introduzcan billetes falsos en la economía, incluso si no participaron en la falsificación.
ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL