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La circulación de billetes falsos en Colombia continúa generando preocupación entre comerciantes, consumidores y autoridades. En los últimos meses, se han identificado múltiples ejemplares de billetes de $100.000 que, a pesar de tener una apariencia legítima, resultan ser falsificaciones. Lo más alarmante es que estos billetes falsos no siempre son detectados por los métodos convencionales, como los marcadores químicos, lo que ha llevado a una revisión más rigurosa por parte de quienes manejan efectivo de forma habitual.
La falsificación de billetes no es un fenómeno nuevo, pero la aparición de ejemplares con seriales repetidos y técnicas de impresión avanzadas ha elevado el nivel de alerta. Cada billete emitido por el Banco de la República tiene un número de serie único, por lo que encontrar varios billetes con el mismo serial es una señal clara de falsificación. Esta situación ha sido reportada en redes sociales, medios de comunicación y directamente a las entidades financieras, lo que ha motivado campañas de información y prevención.
Uno de los casos más recientes que ha captado la atención pública fue la denuncia de un comerciante que recibió un billete de $100.000 con el serial AF79227345. Tras realizar una verificación minuciosa, el billete fue identificado como falso. El comerciante bromeó diciendo lo siguiente: "Es más falso que el amor que tuve algún día. Ojo a los detalles en los billetes". "Pero cada vez los haces más parecidos 😭 qué peligro que se le pase uno de esos 🫠", "yo creo que hay que prestarle atención al Banco de la República para saber si un billete es falso o no. Y no pasarlo a otro, que es la falla que cometen muchos", comentaron usuarios en redes sociales.
Este caso se suma a una lista creciente de seriales que han sido reportados por ciudadanos en distintas regiones del país. Además del serial mencionado, se han identificado otros billetes falsos con los siguientes números:
Estos seriales han sido reportados por usuarios que, en algunos casos, recibieron varios billetes con el mismo número tras realizar retiros en cajeros automáticos o recibir pagos en efectivo. La coincidencia en los seriales es una de las principales señales de alerta, ya que los billetes legítimos no deben compartir el mismo número.
En redes sociales y medios digitales ha circulado el término “billetes G5” para referirse a una supuesta nueva generación de billetes falsos que imitan con gran precisión los elementos de seguridad de los originales. Esta denominación no corresponde a una clasificación oficial del Banco de la República, sino que ha sido adoptada popularmente para describir falsificaciones de alta calidad.
El Banco de la República ha sido enfático en desmentir la existencia de una categoría denominada “G5”. Según la entidad, no se han recibido piezas falsas vinculadas a esa supuesta clasificación, ni denuncias asociadas a billetes falsos difíciles de identificar. Las falsificaciones detectadas corresponden a simulaciones de baja calidad, realizadas con técnicas conocidas y materiales comerciales que, aunque buscan parecer auténticos, presentan diferencias evidentes frente a los billetes originales.
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La postura del Banco es clara: los billetes colombianos cuentan con elementos de seguridad avanzados que permiten su verificación por parte del público. La efectividad en la prevención del engaño depende del conocimiento ciudadano sobre cómo identificar los billetes auténticos. Por ello, la entidad promueve campañas permanentes de educación financiera y verificación de especies monetarias.
El Banco de la República ha establecido cinco pasos fundamentales para verificar la autenticidad de los billetes colombianos. Estos pasos aplican a todas las denominaciones, pero son especialmente relevantes para los billetes de $100.000, dada su alta circulación y valor.
Además, el Banco advierte sobre prácticas incorrectas que no deben utilizarse para verificar billetes, como el uso de marcadores probadores, mojar los billetes, frotarlos sobre superficies o rasparlos con las uñas. Estas acciones no solo son ineficaces, sino que pueden dañar los billetes legítimos y generar confusión. El billete de $100.000, en particular, cuenta con características específicas que facilitan su verificación:
Estas características, junto con los elementos de seguridad, deben ser revisadas cuidadosamente cada vez que se recibe un billete de esta denominación.
Ante la sospecha de tener en las manos un billete falso, la reacción inmediata de algunas personas puede ser intentar deshacerse de él entregándolo a otra persona en una transacción comercial. Esta práctica, además de ser éticamente cuestionable, constituye una infracción legal. En Colombia, el Código Penal establece sanciones para quienes introduzcan billetes falsos en el comercio, incluso si no fueron los responsables directos de su falsificación.
La recomendación de las autoridades, incluido el Banco de la República, es clara: no se debe intentar utilizar un billete falso una vez se tiene sospecha de su falsedad. En su lugar, se debe reportar el caso a la Policía Nacional o a la entidad financiera más cercana. En muchas ciudades, existen oficinas del Banco de la República donde se pueden entregar los billetes sospechosos para su análisis. Si el billete resulta ser legítimo, se devuelve al ciudadano; si es falso, se retira de circulación y se inicia el proceso de investigación correspondiente.
Además, es importante conservar el billete en buen estado, evitar marcarlo o dañarlo, y anotar el lugar y la circunstancia en que fue recibido. Esta información puede ser útil para las autoridades en el rastreo de redes de falsificación.
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ÁNGELA URREA PARRA
NOTICIAS CARACOL