Le concedió la Denominación de Origen, con la que protege a sus productores en cinco municipios de Santander y Boyacá.
El delicioso manjar tiene más de 200 años de historia y la guayaba es su materia prima. Su empaque también es original, pues se envuelve en una hoja de bijao seca y se empaca a mano y en cajas de madera para su comercialización.
Con el decreto emitido por la Superintendencia de Industria y Comercio, se protege a cerca de 80 fábricas dedicadas a la producción del bocadillo veleño, algunas agremiadas en Fedeveleños. Están ubicadas en Vélez, Puente Nacional, Barbosa y Guavatá (Santander) y Moniquirá (Boyacá).