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Médicos en Colombia no solo luchan contra el COVID-19, también pelean por recibir sus salarios

“Estamos esclavizados porque nos pagan en 90 o 360 días, cuando nos pagan”, dicen algunos galenos. Más que elogios, necesitan con qué mantener a sus familias.

Medicos -   8 de agosto.png

Cientos de médicos en Colombia denuncian que no tienen derecho a primas, ni vacaciones, ni cesantías. Les cancelan con cuenta de cobro y, a veces, ni siquiera eso sucede. Hay quienes llevan un año esperando por su salario.

“Estamos siendo contratados por medio de sindicatos de papel, los cuales nos están explotando, nos están contratando por medio de prestación de servicios, no tenemos derecho a prestaciones sociales, no tenemos derecho a incapacidad, si nos incapacitamos nos descuentan la mitad del salario o más de la mitad”, afirmó Aldemir Tello Padilla, presidente del sindicato de profesionales en fonoaudiología y fisioterapia.

Una de las quejas más frecuentes, es la demora en los pagos.

Jorge Enrique Enciso, presidente de la Federación Colombiana de Sindicatos Médicos, dice que los médicos “estamos esclavizados porque a nosotros nos pagan entre 90 y 360 días, cuando nos pagan. Somos unos médicos que estamos multiempleados porque es la única forma en que tenemos de sobrevivir”.

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Por eso, María Doris González, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Salud, le pidió al Gobierno nacional “que asuma las deudas que tiene con todos los trabajadores de la salud a nivel de regiones, que les deben 12 meses de salario, 30 meses de salario, 7 meses de salario”.

Esa es la situación que viven el doctor Luis Eberto Gómez Guerra, de 49 años, y 600 compañeros más del Hospital Rosario Pumarejo, en Valledupar, que están en huelga de hambre hace seis días para llamar la atención de las autoridades y así recibir los ocho meses de sueldos atrasados.

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"Me lo dicen cada vez que voy a la casa, que nos van a quitar la casa. (…) Eso a mí me da bastante preocupación, tristeza, que yo trabajando todos los días y que yo no pueda pagar la casa de mis hijos”, lamenta el médico Gómez.

En el Hospital San Francisco de Asís, en Quibdó, la situación no es muy distinta.

Cuatro meses de salario, prima, dos periodos de vacaciones y un retroactivo es lo que le adeudan, por ejemplo, a la enfermera Diana Hinestroza, que todos los días cumple un turno de 12 horas en el área de urgencias y aun así su trabajo no es merecedor de un salario digno.

Ante la falta de pagos, muchos de estos empleados de la salud han pensado en renunciar porque son muchas las promesas incumplidas.

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