Los coletazos de la guerra entre China y Estados Unidos y el decrecimiento de las economías europeas hacen temer una nueva crisis.
Las bolsas de ambos lados del Atlántico sufrieron fuertes caídas el miércoles ganadas por el temor desatado por malos datos económicos de China y Alemania y movimientos en los bonos estadounidenses que presagian nuevas dificultades.
En Wall Street su emblemático índice industrial Dow Jones tuvo su peor día del año al caer 3,1% en tanto que las principales plazas europeas cayeron más de 2%.
En América Latina su principal bolsa, la de Sao Paulo, perdió 2,94 mientras que la de México bajó 2,09% en su peor cierre en cinco años.
Las pérdidas marcaron un drástico giro respecto a la sólida jornada del martes cuando las acciones se dispararon luego que el presidente de Estados Unidos Donald Trump decidió retrasar la aplicación de mayores aranceles a productos electrónicos de China.
Ese entusiasmo se disipó cuando China informó el miércoles que su actividad industrial cayó a su menor nivel en 17 años y Alemania reportó que su economía se contrajo en el segundo trimestre.
A eso se sumó que el rendimiento de los bonos del Tesoro estadounidense a 10 años cayó brevemente por debajo del de los bonos a dos años. Esa "inversión" de los rendimientos es considerada por los economistas como una señal de se avecina una recesión.
"En el tablero de fatalidades económicas, encontramos que se encendió otra luz de alerta", dijeron analistas de la firma ING. "El mercado está preocupado por una recesión", añadieron.
"Por el momento eso no se ve, pero hay posibilidad de que esa profecía se autocumpla", indicaron.
Desde hace meses economistas vienen advirtiendo que la prolongada guerra comercial entre Pekín y Washington está dificultando las inversiones y la confianza mundial que ya estaban corroídas por el menor crecimiento de China y la ruptura de Gran Bretaña con la Unión Europea.
Y mientras indicadores clave de Estados Unidos, como los de empleo y gasto de los consumidores, siguen siendo sólidos, la sesión del miércoles sugiere que la confianza comienza a amainar en la mayor economía del mundo. Este jueves, los mercados conocerán los resultados de las ventas minoristas de julio lo cual aportará datos más frescos sobre el consumo; un pulmón de la economía estadounidense.
En las últimas semanas, el rendimiento de los bonos tuvo muchas oscilaciones y analistas alertaron que esos movimientos son una señal de turbulencias a mediano plazo.
"Los rendimientos en baja son una manera de que el mercado presione a la Fed a pisar el acelerador y reducir las tasas de interés", dijo Joe Manimbo, analista de Western Union Business Solutions.
Trump, de su lado, aprovechó para volver a la carga contra el presidente de la Reserva Federal Jerome Powell a quien tildó de "no tener idea" al no rebajar más rápidamente las tasas de interés.
Pero algunos observadores y analistas se preguntan si tanto la Fed como otros bancos centrales pueden hacer mucho más.
"Hay una creciente narrativa de que los bancos centrales del mundo quedaron 'molidos´ en su combate a la crisis financiera de 2008 y ya no tienen poder de fuego", dijo en una nota Jack Ablin de Cresset Asset Management.
Updated: agosto 15, 2019 08:21 p. m.