A medida que avanzan los días, el fenómeno del Niño toma relevancia en el territorio colombiano, esto debido a que, según el Ideam, las sequías estarán presentes hasta el mes de marzo del presente año. Por esto, un gran número de personas están en la búsqueda de refrescar sus casas de manera natural y sin la necesidad de un aire acondicionado. Le contamos cómo puede hacerlo, sin generar costos excesivos en alguna de sus facturas.
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Gran parte de las personas que buscan refrescar sus casas en tiempos de altas temperaturas, optan por la ventilación por puertas y ventanas. Sin embargo, debido a los incendios forestales que se pueden presentar, no es una opción aconsejable, puesto que el humo puede invadir los espacios, afectando su salud y la de sus seres queridos. En este sentido, la mejor manera de mantener fresco cada rincón es la constancia, esto hará la diferencia en el funcionamiento de este método.
El truco está en mantener las cortinas cerradas durante el día y abrirlas durante la noche. Tenga en cuenta que, entre más oscuras, mayor será la posibilidad de aislar la luz y el calor que irradian los rayos del sol, puesto que al dejarlos entrar a una habitación, la temperatura puede subir progresivamente, acumulándose durante el resto del día.
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Además de mantener cerradas las cortinas, existen otras medidas que pueden potenciar la frescura de su hogar. Apagar las luces durante el día es una forma efectiva de reducir la emisión de calor, considerando que los bombillos contribuyen a la temperatura ambiente. Optar por luces LED no solo minimiza este impacto térmico, sino que también ofrece eficiencia energética y ahorro económico a largo plazo.
Desconectar electrodomésticos no esenciales mientras no estén en uso también es una táctica efectiva. Incluso cuando están apagados, estos dispositivos emiten calor, por lo que desconectar el horno microondas, lámparas y televisores puede contribuir a un ambiente más fresco.
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En la cocina, encender la campana extractora al cocinar ayuda a eliminar el vapor, reduciendo la humedad y, por ende, la sensación térmica. En caso de contar con un ventilador, este se presenta como una opción de menor consumo energético en comparación con el aire acondicionado.
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Por último, si busca reducir la sensación de calor en su cuerpo, puede incorporar hábitos diarios que contribuyan al bienestar térmico. Caminar descalzo, vestirse con ropa fresca y holgada, bañarse con agua templada, y cuidar la alimentación son medidas que marcan la diferencia. Incrementar el consumo de alimentos frescos y ricos en agua, así como evitar comidas calientes o picantes, puede ayudar a mantener su temperatura corporal en niveles confortables.