La cultura que rodea al arte corporal arropa a los aficionados con camisetas, afiches, accesorios, ropa, "freak shows", aerografía o pintura.
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"Estigma" es la palabra que más se repite en la novena Convención de Tatuadores de Bogotá que vive este fin de semana su fecha grande, un concepto que aspiran a romper los organizadores de un evento que busca acabar con el tabú social que genera el arte c
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"Colombia es un país que está por encima en nivel de tatuaje, en la cultura en general. A la gente le gusta mucho lo distinto que es, lo pintoresco que es", explicó a Efe Juan Paez, uno de los organizadores de la convención.
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Todo ello con el objetivo de "abrir un poco la mente hacia la gente del común" y rodear los tabúes que existen a su alrededor, explicó Paez.
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Ese ambiente pintoresco es el que predomina en una cita que recibe a los 9.000 visitantes esperados con el ruido constante que caracteriza a las máquinas tatuadoras y que acompaña el auditorio Gonzalo Jiménez de Quesada de Bogotá ininterrumpidamente.
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Como una verdadera muestra de tatuajes que camina, Johnny Quintero visita la feria con sus más de 200 tatuajes en el cuerpo.
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"Es una fiebre que empezó desde muy pequeño cuando veía a las personas tatuadas y eran estigmatizados. Me gustaban los tatuajes e incluso en el colegio me dibujaba en los brazos y en las piernas", relata sobre el origen de su pasión.
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Ese fanatismo le llevará a tatuarse el ojo de negro en la convención porque "es como un amor que solamente las personas que tenemos tatuajes lo entendemos".
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"Mi tatuaje favorito está en lo párpados, dice 'how high'", agregó Quintero, quien reconoció que sigue siendo visto con malos ojos y debe buscar un trabajo en un lugar relacionado con los tatuajes.
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Sin embargo, entre los visitantes hay todo tipo de personas, desde mujeres con estética "pin-up" hasta otros con aspecto de oficinistas pasando por rockeros, reguetoneros o raperos, una muestra social que prueba la extensión que los tatuajes han tenido en
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"El arte del movimiento de la piel es una fascinación, siento que al plasmar esto mi arte se eleva a otro nivel. Cuando alguien decide llevar algo indeleble es una emoción que me gusta sentirla", define el tatuador Ariel Sierra como una de las razones por
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Entre risas recuerda los tatuajes más sorprendentes que le han pedido. Fueron "en el pene y en el borde del culo" a una pareja de amigos.
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A él le tatuó una frase y a ella el grabado que tiene en su interior el anillo de la trilogía literaria "El señor de los anillos". "Lo más difícil fue tatuar el pene porque no estaba muy erecto", concluyó entre risas.
Actualizado: noviembre 21, 2015 05:50 p. m.
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