En el ajetreo de la vida diaria, surgen interrogantes sobre la frecuencia ideal para cambiar las sábanas. Si bien algunos creen que dos semanas o incluso un mes es suficiente, los expertos en higiene del sueño difieren y revelan el momento preciso para mantener una cama limpia y saludable.
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¿Cada cuánto debería cambiar las sábanas de su cama?
Según el doctor Alejandro Ruiz, dermatólogo y especialista en higiene del sueño del hospital Clínico de Barcelona, cambiar las sábanas semanalmente es fundamental ya que, “durante la noche, nuestro cuerpo elimina células muertas de la piel, sudor y otros fluidos corporales que rápidamente se acumulan en las sábanas”, proporcionando un ambiente propicio para el desarrollo de bacterias y ácaros del polvo.
Los ácaros del polvo, en particular, representan una preocupación significativa debido a su capacidad para desencadenar alergias y problemas respiratorios. El cambio regular de sábanas ayuda a reducir la presencia de estos microorganismos, mejorando así la calidad del sueño y promoviendo una salud general óptima, según el doctor Ruiz.
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La doctora Carmen Martínez, microbióloga y profesora en la universidad Complutense de Madrid, respalda esta recomendación al destacar que el sudor y otros fluidos corporales pueden generar olores desagradables y convertir las sábanas en un caldo de cultivo para bacterias. Aunque los olores no sean perceptibles, los microorganismos pueden estar presentes y afectar la salud de manera imperceptible.
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Especialmente para aquellos que sufren de alergias, la doctora Martínez recomienda cambiar las sábanas con mayor frecuencia, cada tres o cuatro días, para minimizar la exposición a alérgenos y mejorar el bienestar general.
Consejos adicionales para un sueño reparador
- Ventile su habitación: abra las ventanas por la mañana para permitir que el aire fresco circule y elimine la humedad acumulada durante la noche.
- Lave las sábanas con agua caliente: utilice un ciclo de lavado con agua caliente (al menos 60°C) para eliminar ácaros y bacterias.
- Evite las mascotas en la cama: si bien adoramos a nuestros peludos amigos, es mejor mantenerlos fuera de la cama para evitar la transferencia de pelo y alérgenos.
- Elija materiales transpirables: opte por sábanas de algodón o lino, ya que permiten que la piel respire y regulan la temperatura corporal.