

Publicidad
Publicidad
Publicidad
Publicidad
Ayudar a un mesero a ordenar y recoger los platos en un restaurante puede revelar mucho más sobre una persona de lo que parece a simple vista. Aunque este comportamiento puede ser visto por muchos como cortesía o un comportamiento positivo hacia estas personas, la realidad es que desde la psicología este tipo de comportamientos suelen revelar más cosas ocultas sobre la personalidad de quien los realiza.
La psicóloga y magíster en Familias, Tatiana Díaz Moncada, explicó a Noticias Caracol que estos pequeños gestos pueden estar altamente influenciados por la educación, la cultura y los valores familiares. Actos que pueden parecer tan sencillos como este, también permiten entender la formación del carácter del individuo, además de su crianza y relaciones interpersonales, principalmente por poner el bienestar del otro por encima del propio.
Estas personas tienen una capacidad emocional más desarrollada para entender y ponerse en el lugar de los demás, valor que puede ser reconocido como la empatía, pues asimismo reconocen lo que realmente implica el valor de otras personas, como la del personal de servicio en un restaurante, que no reciben el reconocimiento que merecen. Este razonamiento también puede ser analizado desde un enfoque sistémico y familiar, según la experta.
Publicidad
Según Díaz Moncada, la forma en que una persona actúa en situaciones cotidianas, como en un restaurante, tiene mucho que ver con la crianza recibida y los valores inculcados desde temprana edad. Por ejemplo, en algunas familias, es común que los niños aprendan desde pequeños que, tras comer, deben recoger sus platos y dejar el lugar limpio. Este tipo de enseñanza, según Díaz Moncada, crea un patrón de comportamiento que persiste en la vida adulta.
"Desde mi enfoque sistémico y familiar, yo lo enfocaría en la familia. Porque ahí tú puedes detectar como la crianza que tuvo la persona, cómo eran los hábitos también. Hay gente que también es como muy meticulosa. Cuando va a un restaurante y le sirven y dejan todo eso regado y de todo, pero considero que también depende mucho de la cultura y de su crianza", explicó Díaz Moncada sobre esta práctica.
Publicidad
Otro aspecto importante que Tatiana Díaz Moncada subraya es la influencia de la cultura en el comportamiento de las personas. La cultura de cada individuo, según la psicóloga, tiene un peso en cómo se comporta socialmente, especialmente en situaciones cotidianas como la que se describe. Entre otras razones, como las tradiciones familiares, pueden inculcar una actitud de respeto por el trabajo de los demás, como en el caso de los meseros, quienes a menudo son percibidos como personas que desempeñan una labor ardua y poco reconocida.
Según la psicóloga, las personas que realizan este tipo de actos, como ayudar a los meseros, son empáticas, responsables, humildes y conscientes de su entorno. Este tipo de comportamientos reflejan una personalidad que no se enfoca únicamente en el bienestar propio, también valora y respeta las necesidades de los demás. La acción de ayudar a un mesero a recoger los platos puede ser vista como un reflejo de una personalidad madura, que tiene una profunda conciencia social y emocional, y que actúa de acuerdo con esta conciencia.
"Hay familias en las que es como muy tradicional eso, usted come y usted va y lava su plato, entonces eso es algo que ya queda como impregnado en el ser humano, usted come y usted recoge lo que ensucia. Obviamente, uno lo recoge, lo organiza y lo deja así, como por la cultura que le dieron a uno. Puede verse desde muchas teorías". Lo que significa que las personas que han crecido en hogares donde se valora la cooperación, el respeto por los demás y la responsabilidad social, tienden a ser más empáticas cuando llegan a la adultez. En este sentido, las familias juegan un rol fundamental en la formación de comportamientos empáticos, ya que los niños aprenden, a través del ejemplo y la enseñanza, según lo explicado por la experta.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co