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El Telescopio Espacial Hubble de la NASA/ESA volvió a mirar hacia uno de los objetos más fascinantes del cosmos y trajo consigo una imagen sorprendente: el corazón luminoso de Messier 82 (M82), mejor conocida como la Galaxia del Cigarro.
Esta galaxia está situada a apenas 12 millones de años luz de la Tierra, en la constelación de la Osa Mayor, y es uno de los ejemplos más impresionantes de lo que los astrónomos llaman una galaxia de brotes estelares. M82 es un lugar donde las estrellas nacen a un ritmo frenético, casi diez veces más rápido que en la Vía Láctea.
La nueva imagen del Hubble revela un paisaje cósmico dramático: nubes de polvo y gas retorcidas que se entrelazan con la luz de millones de estrellas jóvenes. En su núcleo se concentran supercúmulos estelares, estructuras colosales que reúnen cientos de miles de estrellas y que brillan con una intensidad mucho mayor a la de los cúmulos estelares comunes. Es en este hervidero donde los astrónomos estudian cómo se forman y evolucionan las estrellas en entornos extremos.
El nombre de 'Galaxia del Cigarro' proviene de su forma alargada, visible incluso con telescopios pequeños desde la Tierra. Fue descubierta en 1774 por el astrónomo alemán Johann Elert Bode, y más tarde incluida en el famoso catálogo Messier de 1781. Aunque a simple vista parece un objeto modesto, su verdadero espectáculo ocurre en longitudes de onda invisibles al ojo humano.
De hecho, la historia moderna de M82 está marcada por la colaboración entre distintos observatorios. El Hubble la ha observado en luz ultravioleta, visible e infrarroja desde principios de los 2000. El Chandra de la NASA la retrató en rayos X, revelando chorros de energía que se desprenden de su centro, mientras que el Spitzer mostró sus profundos depósitos de gas y polvo en el infrarrojo.
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Más recientemente, el James Webb, con su capacidad para penetrar en las nubes cósmicas, ofreció en 2024 nuevas imágenes infrarrojas que permiten ver detalles ocultos de su estructura.
Cada observación aporta una pieza del rompecabezas. La última imagen del Hubble combina datos de la Cámara Avanzada para Sondeos, incorporando información que no había sido mostrada en imágenes previas. Con ello, los científicos buscan comprender mejor cómo interactúan las estrellas jóvenes con su entorno y cómo los vientos estelares moldean el gas que las rodea.
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Estudiar galaxias como M82 no solo es asomarse a un espectáculo visual, también ayuda a responder preguntas fundamentales: ¿cómo nacen y mueren las estrellas?, ¿qué papel juegan en la evolución de las galaxias? En este caso, la proximidad de la Galaxia del Cigarro la convierte en un laboratorio natural para observar procesos que, a mayor escala, ocurrieron en las etapas tempranas del universo.
Como explica la NASA, la combinación de datos en distintas longitudes de onda ofrece “una visión más completa de los procesos físicos” que ningún observatorio podría lograr por sí solo. En otras palabras, la Galaxia del Cigarro se ha convertido en una especie de lienzo cósmico sobre el que múltiples telescopios escriben, capa por capa, la historia de la formación estelar.
La nueva postal del Hubble confirma que, incluso después de más de tres décadas de observaciones, el universo sigue teniendo secretos por revelar. M82, con su núcleo ardiente y su forma inconfundible, es uno de los escenarios más espectaculares para seguir descifrando esas historias.
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