El Adviento, que inaugura cada año litúrgico, precede a la Navidad y se caracteriza por la esperanza y la preparación interior. Su nombre proviene del latín adventus, término que alude a la llegada del Señor. Este periodo abarca cuatro semanas y concluye el 24 de diciembre, víspera del nacimiento de Jesús.
Durante estas semanas, la Iglesia invita a los creyentes a revisar su vida, abrir espacios de oración y asumir prácticas que les permitan disponer el corazón a la celebración navideña. Una de las expresiones más reconocidas es la corona de Adviento: una estructura circular elaborada tradicionalmente con follaje verde en la que descansan cuatro velas. Tres de ellas son moradas y una es rosa; cada una se enciende en un domingo distinto.
El color morado acompaña los momentos de reflexión y conversión; la vela rosa, reservada para el tercer domingo, introduce un matiz de gozo en medio de la preparación. Su luz recuerda que la Navidad está próxima y que el cristiano es llamado a mantener viva la esperanza.
Además del simbolismo de la corona, el Adviento también convoca a la participación en los sacramentos, especialmente la reconciliación, así como a gestos de solidaridad. La Iglesia insiste en que este periodo no consiste únicamente en preparar celebraciones externas, sino en revisar actitudes, sanar heridas espirituales y fortalecer la vida comunitaria.
Oración para el tercer domingo de Adviento
El tercer domingo de Adviento, conocido como el Domingo de Gaudete, es un día especial de alegría en medio del tiempo de preparación. La palabra "Gaudete" proviene del latín y significa "alegraos". Este domingo se caracteriza por un tono más festivo y se enciende la vela rosa de la corona de Adviento, simbolizando la alegría por la cercanía de la Navidad. Le compartimos la oración que deberá realizar ese día, según EWTN:
Han llegado los tiempos mesiánicos
«Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito: estad alegres. El Señor está cerca» (Antífona de Entrada, Filipenses 4: 4,5)
«Estás viendo, Señor, cómo tu pueblo espera con fe la fiesta del nacimiento de tu Hijo; concédenos llegar a la Navidad - fiesta de gozo y salvación - y poder celebrarla con alegría desbordante. Por nuestro Señor » (Oración colecta).
Comienzo de la celebración en torno a la corona de Adviento
- Guía: En el Nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
- Todos: Amén.
- Guía: Ven Espíritu Santo,
- Todos: Llena los corazones de tus fieles y enciende en ellos el fuego de tu amor.
- Guía: Envía tu Espíritu creador.
- Todos: Y renovarás la faz de la tierra.
- Guía: ¡Oh Dios, que has iluminado los corazones de tus fieles con la luz del Espíritu Santo!, haznos dóciles a sus inspiraciones para gustar siempre del bien y gozar de sus consuelos. Por Jesucristo Nuestro Señor.
- Todos: Amén.
Bienvenida
Guía: Una vez más nos reunimos, atentos al anuncio de la llegada de Dios Nuestro Señor. Se acerca la gran fiesta de Navidad, la fiesta del Nacimiento de Nuestro Señor Jesucristo en Belén y en nuestros corazones. Preparémonos a recibir a nuestro Salvador reuniéndonos en torno a esta corona.
(Se enciende la tercera vela)
Palabra de Dios
- Guía: Escuchemos la palabra de Dios.
- Lector: Lectura del Santo Evangelio según San Juan (Jn 1, 6-8.19-28)
- En medio de vosotros está uno a quien no conocéis
- «Surgió un hombre enviado por Dios, que se llamaba Juan: este venía como testigo, para dar testimonio de la luz, para que por él todos vinieran a la fe. No era él la luz, sino testigo de la luz, y este fue el testimonio de Juan, a que le preguntaran: '¿Tú quién eres?' Él confesó sin reservas: 'Yo no soy el Mesías.' Le preguntaron: '¿Entonces qué? ¿Eres tú, Elías?' Él dijo: 'No lo soy.' '¿Eres tú el Profeta?' Respondió: 'No.' Y le dijeron: '¿Quién eres?' Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, '¿qué dices de ti mismo?' Él contestó: ''Yo soy la voz que grita en el desierto: 'Allanad el camino del Señor' (como dijo el Profeta Isaías.' Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: 'Entonces, ¿por qué bautizas, si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?''. Juan les respondió: 'Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, que existía antes que yo y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.' Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando».
- Lector: Palabra de Dios.
- Todos: Gloria a Ti, Señor, Jesús.
Reflexión
- Guía: Él ha venido como el médico que cura las más profundas enfermedades del hombre. Por esto, la peor de nuestras enfermedades, el pecado, en esta visión de la gran misericordia del Señor, es simplemente un obstáculo porque el Salvador divino ha venido a socorrernos.
Diálogo
- (Después de unos momentos de silencio, el guía debe motivar que los participantes hagan comentarios sobre el texto bíblico. Para terminar este diálogo se invita a los presentes a hacer un compromiso.)
Compromiso
- Guía: Pongámonos en presencia de Dios y meditemos:
- En el contacto con Dios, a través de la oración, nos damos cuenta de lo que aún tenemos que cambiar. La conversión es un proceso de todos los días, y tiene sólo un límite: el ser perfectos como nuestro Padre celestial es perfecto.
(Reflexión en silencio)
Despedida
- Guía: Señor, gracias por reunirnos una vez más en torno a esta corona. Ayúdanos a vivir intensamente este Adviento y prepararnos para recibirte. Por Cristo Nuestro Señor.
- Todos: Amén.
- Guía: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo.
- Todos: Amén.
- (Se puede continuar la celebración con villancicos y juegos)
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co