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En la víspera de Navidad, muchas familias se reúnen alrededor del pesebre para iniciar la Nochebuena con un momento de oración y reflexión, recordando el nacimiento de Jesús y la importancia de la unidad y el amor en el hogar. Padres, hijos y abuelos contemplan el pesebre, compartiendo juntos la alegría de estas fechas y recordando que la Navidad es un tiempo para dar, perdonar y acercarse a los demás.
Con sencillez y devoción, las familias elevan sus plegarias, agradecen por el año transcurrido y piden que el espíritu de Cristo llene cada corazón de paz y esperanza. Los villancicos y las lecturas bíblicas acompañan este momento, creando un ambiente de recogimiento y alegría compartida. De acuerdo con la Insigne y Nacional Basílica de Santa María de Guadalupe, estas son las oraciones que puede hacer en familia.
El padre o la madre, al comenzar la celebración, dice:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
R/. Que hizo el cielo y la tierra.
Uno de los presentes lee un breve texto de la Sagrada Escritura, por ejemplo:
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Is 60, 13: Vendrá a ti, Jerusalén, el orgullo del Líbano, el ciprés, el olmo y el
abeto, para embellecer mi santuario y ennoblecer mi estrado.
Luego el que preside dice la oración de bendición:
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Oremos
Bendito seas, Señor y Padre nuestro,
que nos concedes recordar con fe en
estos días de Navidad los misterios del
nacimiento de Jesucristo. Concédenos, a
quienes hemos adornado este árbol y lo
hemos embellecido con luces,
vivir también a la luz de los
ejemplos de la vida santa de tu
Hijo y ser enriquecidos con las
virtudes que resplandecen en su
santa infancia.
Gloria a él por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
Reunida la familia, el padre o la madre de la misma dice:
En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo.
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Todos se santiguan y responden:
Amén.
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El que dirige la celebración puede decir:
Alabemos y demos gracias al Señor, que tanto amó al mundo que le entregó a su Hijo.
R/. Bendito seas por siempre, Señor.
Luego el que dirige la celebración dispone a los presentes para la bendición, con estas palabras u otras semejantes:
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Durante estos días contemplaremos asiduamente en nuestro hogar este pesebre o nacimiento y meditaremos el gran amor del Hijo de Dios, que ha querido habitar con nosotros. Pidamos, pues, a Dios que el pesebre colocado en nuestro hogar avive en nosotros la fe cristiana y nos ayude a celebrar más intensamente estas fiestas de Navidad.
Uno de los miembros de la familia lee este texto de la Sagrada Escritura:
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María dio a luz a su hijo primogénito (Lc 2, 4-7a)
Escuchamos ahora, hermanos, las palabras del santo Evangelio según san Lucas:
En aquellos días, José, por ser de la casa y familia de David, subió desde la ciudad de Nazaret, en Galilea, a la ciudad de David, que se llama Belén, en Judea, para empadronarse con su esposa María, que estaba encinta. Y sucedió que, mientras estaban allí, le llegó el tiempo del parto y dio a luz a su hijo primogénito, lo envolvió en pañales y lo acostó en un pesebre.
Palabra del Señor.
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R/. Gloria a ti, Señor Jesús
Después de la lectura, según las circunstancias, puede cantarse un villancico. Siga esta plegaria:
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En este momento en que nos hemos reunido toda la familia para iniciar las fiestas de Navidad, dirijamos nuestra oración a Cristo, Hijo de Dios vivo, que quiso ser también hijo de una familia humana; digámosle:
Luego el padre o la madre, con las manos juntas, dice:
Oh, Dios, Padre nuestro, que tanto amaste al mundo que nos has entregado a tu único Hijo Jesús, nacido de la Virgen María, para salvarnos y llevarnos de nuevo a ti, te pedimos que con tu bendición estas imágenes del nacimiento nos ayuden a celebrar la Navidad con alegría y a ver a Cristo presente en todos los que necesitan nuestro amor. Te lo pedimos en el nombre de Jesús, tu Hijo amado, que vive y reina por los siglos de los siglos.
R/. Amén.
El que dirige la celebración concluye el rito santiguándose y diciendo:
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Cristo, el Señor, que se ha aparecido en la tierra y ha querido convivir con los hombres, nos bendiga y nos guarde en su amor.
R/. Amén.
Un miembro de la familia puede leer el siguiente texto del Evangelio (Lc 2, 16-20):
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Del Evangelio según San Lucas:
Fueron corriendo y encontraron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre. Al verlo, contaron lo que se les había dicho de aquel niño. Todos los que lo oían se admiraban de lo que les habían dicho los pastores.
María, por su parte, conservaba todas estas cosas, meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores dando gloria y alabanza a Dios por todo lo que habían oído y visto, conforme a lo que se les había dicho.
Palabra del Señor.
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R/. Gloria a ti, Señor Jesús
Se puede hacer ahora un breve momento de silencio para acoger la Palabra de Dios. Después se puede cantar un villancico que la familia conozca, como, por ejemplo, Noche de paz.
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Se reza el Padrenuestro.
Para concluir, el padre o la madre puede hacer esta oración:
Jesús, te damos gracias porque has venido a nosotros, porque te has hecho hombre, mostrándonos tu amor. Hemos adornado nuestra casa en tu honor. Ayúdanos a que siempre tengamos preparado nuestro corazón para recibirte. Amén.
VALENTINA GÓMEZ GÓMEZ
NOTICIAS CARACOL
vgomezgo@caracoltv.com.co