Los lamidos de un perro pueden ser una muestra de afecto, pero también pueden representar ciertos riesgos para la salud humana.
Según un estudio liderado por la Universidad de Nottingham Trent, el lamido de perros en la cara puede tener implicaciones en la salud humana, especialmente para aquellas personas con sistemas inmunológicos debilitados o heridas abiertas.
Presencia de bacterias y microorganismos
La boca de los perros alberga una variedad de bacterias y microorganismos que, aunque generalmente no son dañinos para el animal, pueden causar infecciones en los humanos si entran en contacto con heridas abiertas o membranas mucosas.
Riesgo para grupos vulnerables
Los niños, adultos mayores y mujeres embarazadas deben ser especialmente cuidadosos, ya que sus sistemas inmunológicos pueden ser más susceptibles a las infecciones transmitidas por la saliva de los perros.
Transmisión de enfermedades
Aunque es raro, existe la posibilidad de transmisión de enfermedades zoonóticas a través de la saliva del perro, especialmente si el animal consume sus propias heces o está en contacto con otros animales enfermos.
Productos químicos en la piel
Los productos para el cuidado de la piel, como perfumes y lociones, pueden contener ingredientes que son perjudiciales para los perros si se ingieren durante el lamido.
Comportamiento no deseado
Además de los riesgos para la salud, permitir que un perro lama su cara puede reforzar un comportamiento no deseado, lo que puede ser problemático, especialmente si el perro tiende a lamer a otras personas o niños.
Aunque el lamido es un comportamiento instintivo para los perros, puede tener diferentes significados dependiendo del contexto. Por ejemplo, si hace esta acción repetida de la boca, podría indicar estrés o miedo en el animal.
Además, los también pueden lamer los labios en respuesta a los estados emocionales de los humanos, mostrando así su empatía.
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